Once preguntas sobre la homosexualidad (entrevista por Elisa Murgese, noviembre del 2014)

 
elisa
 

1 – ¿Cuándo descubrió su homosexualidad?
 

La descubrí a los diez años. Durante la pubertad, a través de las revistas y la tele. En aquella época, sufría mucho aislamiento – tenía pocos amigos – y de una relación de gemelos fusional y malsana. No creo en la existencia de « causas de la homosexualidad » ; sólo sé que hay terrenos que favorecen la llegada del deseo homosexual, y que en mi caso, mi tendencia homosexual parece originarse prioritariamente en mi gemelidad… y no, como suele decirse, porque hubiera tenido una madre posesiva o un padre ausente.
 
 

2 – He leído que cuando tenias 29-31 años tu teniò relaciones sexuales con hombres, y luego eligió la castidad. ¿Por qué? Cuando cambió tu vision de la homosexualidad?
 

No sólo elegí la castidad sino que he escogido la continencia para vivir aquella castidad. La continencia, es el único camino que la Iglesia propone a las personas que se sienten durablemente homosexuales para vivir con una tendencia homosexual. Digo esto porque ciertas personas piensan que la castidad no impide la formación de una « pareja ». Yo creo que la unión homosexual no es nunca casta, aunque se viva en la fe y sin ciertas prácticas sexuales. Sólo la amistad desinteresada y la continencia permiten a las personas durablemente homosexuales acoger la diferencia de sexos de la mejor manera posible.
 

Elegí la continencia porque me di cuenta que no podía vivir la sexualidad sin la sexualidad (la diferencia de sexos). Mis relaciones amorosas homosexuales no me colmaban, y adivinaba que el problema no provenía de los chicos muy majos con los cuales salía ni de mí… pero de la ausencia de la diferencia de sexos. Entonces, no valía la pena insistir más. Sé que la verdadera felicidad, no es únicamente « estar bien » con alguien, sino que es vivir lo mejor y lo más justo. La « pareja » homosexual puede satisfacer pero no colma, puede estar bien pero no es lo mejor.
Gracias a la continencia, es como si viviera una liberación instantánea y progresiva. Cuando uno practica los actos homosexuales, compruebo que ya no puede hablar de ello ni ver el sentido de su deseo homosexual en frente. El acto homosexual es – y funciona como – una censura. La palabra se libera y la vergüenza se va en seguida cuando uno renuncia a los sentimientos homosexuales. Igual que para la pornografía. Una vez que paras, descubres que antes, te aislabas, tenías menos humor, menos alegría y menos amigos, hablabas menos porque no querías que tu mentira sea desvelada.

 
 

3 – ¿Tu elección fue conectada al hecho de que la relación homosexual no te gustaba?
 

No, puesto que la relación homosexual, siempre la vivía con hombres sinceros, tiernos, respetuosos. Y me gustó bastante, sobre todo en la cama y con la ternura. Pero la mentira o la desilusión en la « pareja » homosexual se ubica en otra parte : en la confusión entre amistad y amor, y en el rechazo de la diferencia de sexos (la única que asegura el don total de sí). Con mis compañeros, éramos sinceros. Pero no éramos verdaderos. Pensábamos hacer algo bien sin hacerlo verdaderamente. El amor encarnado no se vive sin la diferencia (de sexos). Y esto es verdad también para los célibes consagrados.

 
 

4 – ¿Todavía sigue saliendo con homosexuales? ¿Qué creen de tu elección y opiniones?
 

A partir de la publicación de mis libros, es decir del 2009, ha cambiado totalmente la red de mis relaciones. Perdí a muchos amigos (los « tolerantes » son particularmente intolerantes con los que no piensan como ellos…), pero gané también a muchos y a mejores.
 

Sigo viendo a personas homosexuales, pero esta vez, es una amistad casi inmediata porque saben exactamente lo que pienso y vamos directamente al grano. Antes, escondía mi pensamiento profundo sobre la homosexualidad. Ahora, el tiempo se acelera y encuentro a verdaderos hermanos homosexuales muy fácilmente, sin ambigüedad. En el « ambiente homosexual » y de modo general con las personas homosexuales, sea me odian sea me aman muchísimo… y los que me odian, es porque no me leen y no quieren conocerme.

 
 

5 – Estas haciendo una « batalla » contra la legalización del « matrimonio para todos ». ¿Por qué te opones a los matrimonios gays?
 

Porque defiendo a las personas homosexuales y no quiero que nos instrumentalizen para negar nuestra realidad de « pareja », negar el sufrimiento que es el deseo homosexual, negar la violencia que es la práctica homosexual. Más de 90 amigos homosexuales me han revelado que han sido violados : ¡ no es un detalle ! La sociedad aparentemente quiere nuestro bien, pero « nuestro bien sin nosotros », sin conocernos. El « matrimonio para todos » es una prueba de la indiferencia homófoba de la gente que se cree « hetero gay friendly » pero que no quiere encontrarnos… además de ser una amenaza para la Humanidad. Me explico : Esta ley quita la condición de amor entre los dos padres biológicos (papá y mamá) de un ser humano, cuando bien se sabe que esta condición es imprescindible para el bienestar de cada hombre. Se trata de una ley homófoba y homicida muy grave porque cada hombre necesita que su padre y su madre se amen y que su país proteja este amor.

 
 

6 – En Italia, el debate está abierto, porque en los últimos meses algunos alcaldes están empezando a aprobando los matrimonios gay. ¿Qué consejo daría al Gobierno italiano?
 

Daría dos consejos : 1) dejar hablar a personas homosexuales que denuncian la « ley del matrimonio para todos » y que saben porque no hay que practicar el deseo homosexual (En los debates, los defensores de la ley sólo escuchan a las personas homosexuales) ; 2) denunciar la heterosexualidad, que es la base ideológica sobre la cual se apoyan las leyes pro-gays, y que es una caricatura falsa de la diferencia de sexos. He creado en mayo del 2013 un sitio internet llamado CUCH (Católicos Unidos Contra la Heterosexualidad) para alertar a la población y al Gobierno del peligro que constituye la transformación perniciosa de los Derechos Humanos en los « derechos de los heterosexuales y de los homosexuales », como si fuéramos puros ángeles o puras pulsiones.

 
 

7 – ¿Qué pasará con los niños que crecerán en una familia homosexual?
 

No tengo la respuesta. Sólo sé que la falta de amor entre el padre biológico y la madre biológica siempre es un drama para un niño. Y puede traducirse de distintas maneras, a menudo violentas y dolorosas. Pero a pesar de todo, no hay fatalidad porque, menos mal, la fe y el descubrimiento de Dios nos permiten saber que, aunque nuestros padres terrestres no se amen, nunca seremos huérfanos e ignorantes del amor entre Jesús y María.

 
 

8 – En tu último libro he leido que ser homosexual es una herida de superar y que no se puede aliviar con la práctica sexual. ¿Qué causa esta herida? Esto quiere decir que la homosexualidad es como una « enfermedad »? ¿Puede explicarme tu idea?
 

Un miedo o una herida (a nivel de la identidad, de la amistad, de la familia, etc.) no es una enfermedad. La enfermedad, sólo puede ser una consecuencia de la falta de reconocimiento de esa herida, o de una práctica mala. Muchas personas que se sienten homosexuales han podido superar su herida viendo que ésta no era el fruto de una verdadera libertad o de una plenitud amorosa ; o gracias al descubrimiento de Dios y del tesoro de la diferencia de sexos. Otras siguen sintiendo durablemente un deseo homosexual, y encontrarán la diferencia de sexos de otra manera : a través de la amistad, del servicio a los pobres, de la evangelización, de la acción politico o artística, a través de la santidad. Hay muchas maneras de dar sus heridas a los demás.
 
 

9 – ¿Cómo conciliar la homosexualidad y la religión?
 

Es muy fácil : reconociendo que Jesús nos acoge enteramente, con todo lo que nos constituye, incluso nuestros defectos, nuestros pecados, nuestros límites, nuestras heridas, nuestras vergüenzas, nuestros actos malos y nuestros deseos (incluso homosexual). El Amor de la Iglesia por nosotros es completo. No es parcial. A menudo, solemos pensar que la Iglesia nos quiere cambiar, o que esconde su intolerancia a través de una apertura hipócrita. Pero estamos totalmente equivocados. Ella nos acoge con alegría tales como somos. Nos mira, nos ama, se ríe con nosotros, llora con nosotros, nos escucha. Y luego, nos dice : « Dame de beber. Y si quieres, sígueme y sigue el camino de Verdad que te propongo. »
 
 

10 – Papa Francisco está dando grandes aberturas para el mundo gay. Admitió la presencia del deseo homosexual, por ejemplo. ¿Crees que esto es un paso positivo o negativo?
 

No son tan « grandes » (¡ y menos mal !), estas aperturas. De momento, el Papa no ha propuesto nada. Sólo ha dicho que quería acoger a las personas homosexuales, conocer lo que viven y proponerles un camino de Verdad y de Caridad con arreglo a ello. El conocimiento no es el reconocimiento/la justificación del deseo homosexual, o de una seudo « identidad homosexual », o de un seudo « amor homosexual » (incluso un amor presentado como « casto »). La homosexualidad es un tema muy espinoso. Personalmente, deseo que el Papa Francisco : 1) no sólo defienda la castidad sino también la continencia para las personas que se sienten durablemente homosexuales y que están en camino hacia el matrimonio hombre/mujer o hacia el celibato consagrado pero no sacerdotal ; 2) hable de la violencia y de la gravedad de los actos homosexuales, totalmente ignoradas ; 3) nos proponga un caminito para contener el deseo homosexual pero un camino grande de santidad para utilizar el deseo homosexual como don mundial. A menudo, las propuestas que las personas homosexuales reciben de los hombres de Iglesia son ridículas, irrisorias (como si fuéramos un problema), tristes, miserabilistas, doloristas, poco concretas y poco audaces. Se trata de esconder la homosexualidad, de ponerla de lado, de olvidarla, de cambiarla, de neutralizarla. Yo creo que es un derroche. Si Dios permite que el deseo homosexual exista, es por una razón grande : ¡ la Santidad ! Nosotros, las personas homosexuales, podemos ser evangelizadores de primera categoría (¡ modernos y divertidos, además !) gracias a la combinación de nuestra herida homosexual y sobre todo de la fuerza del Señor que la atraviesa.
 
 

11 – ¿Cuál es el sentido de la palabra homofobia?
 

El sentido etimológico, es el « miedo al mismo » o el « miedo a las personas homosexuales ». Ambas significaciones son importantes. Con el tiempo, la palabra « homofobia » llegó a referirse a todo ataque contra las personas homosexuales, lo que tenemos que tomar en cuenta. Y desgraciadamente, en el sentido social actual, defendido por los promotores de la « identitad homosexual » o del « amor homosexual/universal », ya no se habla de esos ataques : sólo se usa la palabra « homofobia » como un instrumento de censura cada vez que una persona pone en duda la « identidad/el amor » homosexual, que da una imagen negativa de la homosexualidad, o que identifica la relación entre homosexualidad y sufrimiento/violencia. Y, lo más grave, es que esta censura esconde dichos ataques y los alimentan, puesto que la homofobia es actuada únicamente por personas homosexuales, sea porque reprimen su deseo homosexual, sea porque se identifican a ello y lo practican. Por eso concluyo diciendo que la homofobia ES la identidad homosexual y ES la práctica homosexual. No conozco excepciones.

 
 

12 – ¿Cuál es el mensaje para los jóvenes gays ?
 

Al joven que se siente homosexual, le diría : « No temas por tu vida porque el Amor te espera a ti especialmente, como persona con un deseo homosexual (duradero o no) pero sobre todo como ser humano. No tienes que dejarte dictar tu identidad, tu amor y tu sexualidad, por la tele, por la pornografía, por un grupo agresivo, por un partido político, por las caricaturas de feminidad o de masculinidad que ves en la sociedad, por la etiqueta de « gay » o de « lesbiana ». La sexualidad es un camino misterioso y libre : no te cierres puertas caricaturándote como « homosexual » o « heterosexual » o « bisexual ». Lo más importante para construirte, para saber quién eres, para ser libre y para amarte tal como eres, son las amistades con las personas de tu sexo, porque ante todo eres un chico o una chica, ante todo eres un amigo o una amiga, ante todo eres Hijo o Hija de Dios. No tienes que despreciar tu deseo homosexual : si sientes que está profundamente arraígado, en vez de apagarlo o de arrancarlo, utilízalo (sin practicarlo) para acercarte de las personas heridas, para contagiar al mundo con tu originalidad, tu humor, tu vulnerabilidad, tu sensibilidad, tu amistad, para demostrar que la diferencia de sexos y la diferencia Creador/criatura te permiten tener una vida grande y libre.