Archives de catégorie : Phil de l’Araignée

Reaccionar frente a la oleada pro-homosexualidad (Entrevista peruana)


 

1. ¿La enseñanza de la Iglesia es homofóbica? ¿En tu experiencia y trabajo, la Iglesia odia o discrimina a los homosexuales?

La Iglesia Católica no se equivoca en lo que dice, incluso sobre el pecado mortal. Y nunca ha sido homófoba. Ella odia el pecado y ama al pecador o a las personas que llevan un signo de pecado. Y la atracción homosexual no parece ser una opción, y es un signo de pecado. Es un miedo. No una enfermedad. Es el miedo a la diferencia sexual. Cualquier persona homo ha tenido miedo de no ser un « verdadero hombre » o una « verdadera mujer ». Y la Iglesia Católica no puede defender el miedo.

Ahora bien, a decir la verdad, la gran mayoría de la personas de Iglesia son homófobas. Tienen miedo de la homosexualidad. Los movimientos pro-Vida sólo hablan del niño, y no denuncian ni la Unión Civil ni la heterosexualidad. Y las pocas veces que solicitan a las personas homosexuales, incluyendo aquellas que no justifican la práctica homo y que viven lo que pide la Iglesia, nos utilizan para demonizar la seudo « dictadura gay ». Ellos nunca nos invitan. Nos censuran, mientras que nuestro testimonio es el más poderoso. Los primeros perseguidores de las personas homosexuales, siento decirlo, son los fundamentalistas pro-vida como La Manif Pour Tous o Hazte Oír. Son la vergüenza de la Iglesia Católica.
 

2. Acaba de pasar el mes del « Orgullo gay », con íconos de Facebook y todo, pero ¿ crees que el estilo de vida que llevan los gays alejados de Dios se puede celebrar ?

Primero, el Orgullo Gay no es el « estilo de vida homosexual ». Tan sólo es un carnaval, una cierta imagen de la homosexualidad, que se debe considerar y analizar. A menudo, los católicos reaccionan, se indignan, para no pensar, para no hablar de la homosexualidad o de las personas. El problema de la homosexualidad, no es su imagen mediática ni el Orgullo gay : es la práctica homo. Yo formo parte del lobby gay y mis amigos también. Les pido que nos amen.
 

3. Una pregunta que abordas en tu libro La homosexualidad en Verdad, te la hago ahora con la crueldad del tiempo breve: Si eres creyente y homosexual, ¿qué hacer? ¿Existe un camino?

Sí. El camino es Jesús y María. Concretamente, es el anuncio de la Verdad a través de un apostolado mundial de la homosexualidad. Nosotros, personas homos continentes, no debe ser escuchadas simplemente por miserabilismo o deber moral, « porque lo necesitaríamos » o « para que nos acompañarais ». No. Somos los guardianes de los sacramentos más importantes de la Iglesia (Matrimonio, Eucaristía, Confesión, y sobre todo Sacerdocio), somos los mejores escudos humanos de la Iglesia, porque la persecución anticlerical actual se basa principalmente en la homosexualidad.

Y tenemos el poder para luchar contra la heterosexualidad (también llamada diversidad o igualdad), que es nuestro enemigo número 1, que es el pilar ideológico de la masonería, y que la gran mayoría de los católicos defienden. La heterosexualidad, escúchadme, es el diablo disfrazado de diferencias de sexos. Todas las leyes pro-homosexuales se aprueban en nombre de la heterosexualidad. Mientras que la Iglesia nunca ha defendido la heterosexualidad. Por lo tanto, hago un llamamiento a todas las personas homosexuales que me escuchan y que aman a Jesús para defender a nuestra Iglesia. Es ahora o nunca.

Allons-nous être des Barrabas ou des Jésus ?


 

Très intéressante, la personne biblique de Barabbas, pour comprendre notre situation actuelle et ce qui va se passer prochainement. Le choix crucial qui va s’imposer à chacun de nous.
 

Le Barabbas de Zeffirelli, beaucoup plus juste


 

Barabbas se présente lui-même (à l’instar du FN, des jeunes loups dissidents radicaux et altermondialistes, des Poutine ou des Trump, des groupes anti-Système et même des identitaires catholiques style Civitas) comme un « patriote », un rebelle, un résistant contre Rome : « Je ne suis pas un meurtrier. Je suis un patriote » dit-il, magnanime, dans le « Jésus de Nazareth » de Zeffirelli (39’10). Et les Juifs (Peuple de Dieu) vont choisir, face à Ponce Pilate, de sauver pour la Pâque ce zélote (et les Romains, par démagogie, aussi) à la place de l’Agneau désarmé Jésus.
 

Barrabas est un homme qui, bien loin de la caricature de la brute épaisse ricanante dépeinte par Mel Gibson dans « La Passion » (ce film est une honte, au passage), peut apparaître comme un type bien et innocent, qu’on pourrait presque justifier par ses bonnes intentions, qui a sa part d’héroïsme touchant car c’est, d’un point de vue strictement mondain, un idéaliste, un fougueux, un jusque-boutiste, un rebelle millénariste, un stratège cynique, un courageux, un vrai bobo anar d’extrême droite, un « martyr de la Cause » (juive, culturelle, nationaliste, politicienne).
 

Le Barabbas de Mel Gibson


 

Et il est fort possible qu’aujourd’hui, l’ensemble des catholiques, face à ce choix entre Jésus désarmé et leur dieu « Chrétienté » (numérique ou patriotique), choisissent aussi leur Barabbas, la parodie humaine vivante et musclée de Jésus. Bar-Abbas : Fils du Père en hébreu… il singe en effet le Fils… il s’érige libérateur, par les moyens qui ne sont pas ceux du Christ…
 

Moi, personnellement, en ce moment, je me sens comme la Marie-Madeleine impuissante qui s’époumone « en vain » au milieu du brouhaha orchestré par les anti-Système qui marchent finalement pour le Système (55’00).
 

Marie-Madeleine dans le Zeffirelli


 

Je me sens en total décalage avec l’orientation pastorale actuelle de certains évêques et prêtres (Mgr Rey, les prêtres du Padreblog, …). L’impression que Jésus est livré au numérique. L’impression de vivre un cauchemar en direct. Je crois que nous devons être des résistants non-résistants.
 

Entrevista (sin explotar) sobre el WorldPride de Madrid


 

Entrevista que he dado al periodista Juan Bosco Martín Algarra y que hubiera tenido que salir (para el WorldPride de Madrid) :
 

1 – En términos generales, ¿le parece positiva o negativa la celebración del Día del Orgullo gay?
 

Creo que es una falsa pregunta. Nos encierra en la reacción, en vez de llevarnos a la reflexión. Enfocar la cuestión de la homosexualidad sobre el desfile del Orgullo Gay es evitar hablar de la homosexualidad en sí misma. Es sustituir la homosexualidad por su imagen mediática, y finalmente entrar en el juego que se denuncia. La homosexualidad no es el Día del Orgullo Gay. Pero el Día del Orgullo Gay reúne a personas homosexuales, e ilustra muchísimas cosas acerca de la homosexualidad : hacemos mimos de nuestra vida amorosa. A veces hasta representamos nuestro sufrimiento, nuestra insatisfacción amorosa, nuestras violaciones, de manera exagerada y paródica. En lugar de despreciar el evento y de solicitarnos para que nos quejemos, sería mejor que analizarais los mensajes que se emiten allí y escucharais lo que nosotros, las personas homosexuales, tenemos que deciros sobre la sociedad, la sexualidad, el matrimonio mujer-hombre, la política, la Iglesia. Probablemente es el único momento en que podéis oírnos, en que salimos a la calle.
 

2 – Si le parece positiva, ¿cambiaría algo? ¿Por qué? Si no le parece positiva, ¿por qué cree que no debe celebrarse?
 

Ya participé en varias marchas. Es un momento con los amigos, donde cada vez me lo pasé en grande. Hasta bailé en las carrozas. Es igual de agradable que un carnaval. Es una oportunidad para tropezar con mucha gente : me encontré con varios alumnos (era profesor en un instituto). Incluso es algo mejor que un carnaval, ya que hay en aquellos desfiles una convivialidad inédita entre personas homosexuales (¡ es la única vez que no nos ligamos !), hay una mezcla increíble de provocación y de sofisticación que suele ser súper divertida. Nada que ver con la visión de pesadilla o de vulgaridad que nos pintan los adversarios de este acontecimiento. Además, al hacer el Orgullo Gay, nos damos cuenta que las ¾ partes de las carrozas no son visualmente choquantes, y que las imágenes que las teles filman no reflejan la fraternidad y la amistad vividas durante este marcha.
 

3 – ¿Cree que ofrece una buena imagen de las personas homosexuales esa celebración, es decir, que consigue el objetivo de que la sociedad respete más a las personas homosexuales? Explique por qué.
 

Podría soltaros la cantinela gruñona y académica de la mayoría de las personas homosexuales, que no se reconocen en el Orgullo Gay y que encuentran que no da una imagen fiel y respetuosa de ellas. Y muchas personas homofóbas esperan de nosotras, las personas homosexuales, que expresemos su descontento de la homosexualidad y su homofobia en su lugar. Pero eso no me interesa. Esta pregunta incita al odio y quiere crear división entre las personas homosexuales. ¡ Como si esta división no fuera ya lo suficientemente grande ! Yo prefiero decir que la Marcha del Orgullo Gay tendría toda su razón de ser si nosotras, las personas homosexuales, explicáramos nuestra tendencia homosexual y por qué deberíamos oponernos a las leyes que pasan en nuestro nombre. En lugar de escupir al desfile del Orgullo Gay, deberíais amar, como nosotros, a las personas que lo emprenden. La homosexualidad no es principalmente una cuestión de buena o mala imagen. Es una cuestión de personas. Dejad de preguntarnos lo que opinamos del Orgullo gay. ¡ Pedidnos en cambio lo que pensamos de nuestra homosexualidad !

Interview (inexploitée) sur la WorldPride de Madrid


 

Interview que j’ai accordée au journaliste espagnol Juan Bosco Martín Algarra qui aurait dû être publiée (à l’occasion de la World Pride à Madrid) :
 

1 – De manière générale, la célébration du jour de l’orgueil gay vous semble positive ou négative ?
 

Selon moi, c’est une fausse question. Elle nous enferme dans la réaction, au lieu de nous conduire vers la réflexion. Focaliser la question de l’homosexualité sur la Gay Pride, c’est éviter de parler de l’homosexualité en elle-même. C’est remplacer l’homosexualité par son image médiatique, et finalement rentrer dans le jeu qu’on dénonce. L’homosexualité n’est pas la Gay Pride. Mais la Gay Pride réunit des personnes homosexuelles, et dit énormément de choses sur l’homosexualité : nous y mimons notre vie amoureuse. Parfois même nous scénarisons notre souffrance, notre insatisfaction en amour, nos viols, de manière exagérée et parodique. Au lieu de mépriser l’événement et de nous demander de nous plaindre, vous devriez plutôt analyser les messages qui y sont diffusés et écouter ce que nous, personnes homosexuelles, avons à vous dire sur la société, la sexualité, le mariage femme-homme, la politique, l’Église. C’est peut-être le seul moment où vous pouvez nous entendre, où nous sortons dans la rue.
 

2 – Si cette célébration vous paraît positive, est-ce que vous changeriez quelque chose ? Pourquoi ? Si elle vous paraît négative, pourquoi croyez-vous qu’il ne doit pas être célébré ?
 

J’ai déjà fait plusieurs marches. C’est un moment entre amis, où j’ai pris à chaque fois beaucoup de plaisir. J’ai même dansé sur des chars. C’est aussi agréable qu’un carnaval. C’est l’occasion pour y croiser beaucoup de monde : j’y retrouve pas mal de mes élèves. C’est même un peu mieux qu’un simple carnaval car il y a dans les Gay Pride une convivialité inédite entre personnes homosexuelles (c’est le seul moment où nous ne nous draguons pas !), il y a un mélange incroyable de provocation et de sophistication qui est souvent drôlissime. Rien à voir avec la vision d’horreur ou de vulgarité que nous dépeignent les opposants à cet événement. En plus, quand on fait la Gay Pride, on se rend compte que les ¾ des chars ne sont pas choquants visuellement, et que ce que filment les télés n’est pas le reflet de la fraternité et de l’amitié vécues lors de cette marche.
 

3 – Vous croyez que cette fête donne une bonne image des personnes homosexuelles, c’est-à-dire qu’elle contribue à ce que la société respecte davantage les personnes homosexuelles ? Expliquez pourquoi.
 

Je pourrais vous sortir le discours râleur appris de la majorité des personnes homosexuelles, qui ne se reconnaissent pas dans la Gay Pride et qui trouvent qu’elle ne donne pas une image fidèle et respectueuse d’elles. Et beaucoup de personnes homophobes attendent de nous, personnes homosexuelles, que nous exprimions leur mécontentement de l’homosexualité et leur homophobie à leur place. Mais ça ne m’intéresse pas. Cette question incite à la haine et veut créer de la division entre personnes homosexuelles. Comme si cette division n’était pas déjà assez grande ! Je préfère vous dire que les Gay Pride auraient toute leur raison d’être si nous, personnes homos, expliquions notre tendance homosexuelle et les raisons pour lesquelles nous devrions nous opposer aux lois qui passent en notre nom. Au lieu de cracher sur la Gay Pride, vous devriez aimer, comme nous, les personnes qui la font. L’homosexualité n’est pas d’abord une affaire de bonne ou de mauvaise image. Elle est une affaire de personnes. Arrêtez de nous demander ce que nous pensons de la Gay Pride. Demandez-nous plutôt ce que nous pensons de notre homosexualité !

Visite de Poutine à Versailles : un choix anodin de Macron ? Pas du tout : un calendrier et une mise en scène typiquement francs-maçons


 

Le président Emmanuel Macron ne choisit jamais les lieux où il s’expose médiatiquement par hasard (on a pu s’en rendre compte lors de son discours du Louvre). Son agenda est particulièrement franc-maçon. Aujourd’hui, il a choisi de rencontrer le dirigeant russe Vladimir Poutine à Versailles… pile 300 ans après la visite diplomatique du tsar russe Pierre Legrand à Versailles en 1717, année de naissance de la Franc-Maçonnerie moderne. Coïncidence ? Difficile à croire. Même si les mass médias et nos contemporains ne parleront jamais de la grille franc-maçonne que suit Macron, elle est bien là.

Los obispos españoles y la homosexualidad : la Gran Ceguera

Originalmente, este artículo tenía que ser publicado en mi blog de Forum Libertas (crónica « Ariño Cariño »). Ya había escrito anteriormente tres otros artículos (1, 2 y 3) para aquel sitio español, antes de que me censuraran por esta cuarta entrada sobre los obispos españoles. Al parecer, no es de buen tono criticarlos…
 
 
 

La necesidad urgente de formarse

Mons Reig Plà delante de la pantalla Hazte Oír


 

Lo digo con toda la Esperanza y el amor a la Iglesia-Institución que me habitan : al descubrir el discurso sobre la homosexualidad que van llevando muchos obispos españoles en estos últimos años, y sobre todo la última entrevista del cardenal Cañizares del 29 de marzo del 2017, tengo ganas de llorar. Debido a los errores que estos obispos dicen, a todas sus imprecisiones bien intencionadas o incluso provocadoras, a sus no-dichos, pero también a los ataques que han recibido y que caerán próximamente sobre ellos y la Iglesia en nombre de la homosexualidad. Porque sus meteduras de pata o su miedo a nombrar el mal son cuidadosamente registrados y ya tienen consecuencias dramáticas. La cuenta pendiente crece peligrosamente, hasta un punto de incomprensión y de ruptura irreversible.
 

En España, no hay 1 solo cardenal Barbarin (Gargamel para los íntimos)… ¡ sino una docena ! El objetivo de mi artículo no es cargar aún más a los obispos españoles (los hay que son estupendos), sino decirles que es urgente para ellos que se formen seriamente sobre el tema de la homosexualidad, y que paren de pensar que esta cuestión es anexa, mundana, demasiado peligrosa, o al contrario que la dominan perfectamente. El verdadero peligro es precisamente aplazar su tratamiento, o hablar mal de ella creyendo solucionarla rápidamente. El « a como caiga » o lo perentorio, respecto a la homosexualidad, mediática y mundialmente, ya no perdona. No bastan la benevolencia, o la postura miserabilista y compasiva del no-juicio a las personas. El exceso de seguridad tampoco. ¡ Doy la alarma !
 
 

Florilegio de las meteduras de pata episcopales

Las salidas de los obispos en España en relación con la homosexualidad son raras, pero ya más numerosas que en Francia. Y lo menos que se puede decir es que éstas no se distinguen por su sutileza, su clarividencia ni su humildad.
 

En general, los obispos/cardenales caen en los estereotipos homófobos más simplistas : la homosexualidad-enfermedad (mientras que en realidad un miedo o una herida – y la homosexualidad es un miedo – no es una enfermedad), la homosexualidad-ideología (mientras que la palabra « ideología » no significa ni nombra absolutamente nada), la homosexualidad-irrealidad (mientras que la atracción homoerótica no es un mito, sino una realidad y una condición concreta ; y la homosexualidad es un verdadero tema por estudiar), la homosexualidad-transición (mientras que la tendencia homo no es siempre/a menudo pasajera), la homosexualidad antinatural (¡ mientras que la homosexualidad suele traducir un fanatismo por la naturaleza, precisamente !), la homosexualidad-rechazo-de-alteridad (mientras que la homosexualidad activa incluso puede ser una experiencia de alteridades), la homosexualidad-infecundidad (mientras que algunas « parejas » homos hacen bien en su alrededor y no son estériles), la sexualidad-procreación (mientras que la procreación no es la finalidad de todo amor humano, incluso en el matrimonio mujer-hombre), la homosexualidad-fin-de-civilización (la homosexualidad es un síntoma de decadencia civilizacional, ¡ pero se ha de explicar por qué y de arremeter contra la heterosexualidad !), la homosexualidad-especie (mientras que « los homos » y « los heteros » no existen), la homosexualidad-maldad (mientras que las personas que defienden la homosexualidad e incluso que la practican no tienen malas intenciones y están convencidas de hacer el bien), la homosexualidad-homofobia (de ésta, nadie habla, porque todos desprecian por error la palabra « homofobia »), la homosexualidad-violencia (mientras que la práctica homosexual también tiene sus delicias, su ternura, sus beneficios), la homosexualidad-lobby (mientras que dentro del llamado « lobby gay », no hay casi nadie, y se encuentra sobre todo el lobby heterosexual), la homosexualidad-mafia (¡ mientras que las personas homosexuales se huyen entre ellas y no se llevan lo bastante bien como para formar una mafia !), la homosexualidad-zoofilia (mientras que las personas homosexuales son seres humanos), la homosexualidad-peligro-para-la-juventud (mientras que los niños pueden ser correctamente criados por « parejas » homos y no crecer traumatizados), la homosexualidad-tristeza (¡ mientras que las personas homosexuales continentes son, por su extraño apostolado, los escudos humanos de la Iglesia y de los sacramentos, son la alegría de la Iglesia !), la homosexualidad-infierno (mientras que la comunidad homosexual se compone de humanos y algunas veces de amigos)…
 

Numerosos son los obispos que, por exceso de celo o de prudencia, se caen de narices cuando tratan de asumir una postura a propósito de la homosexualidad. Por ejemplo, en 2007, Mons Bernardo Álvarez (obispo de Tenerife) alegó que « el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad » (¿ Ah sí ? y la homosexualidad vivida en la continencia, ¿ qué ?), subrayando que « no es políticamente correcto decir que es una enfermedad de la naturaleza propia del ser humano » y que « debido a la homosexualidad, a la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones ». ¿ Y qué es de la Buena Nueva por anunciar a las personas homosexuales ?
 

En 2012, Mons Juan Antonio Reig Plà (obispo de Alcalá de Henares) habló de las personas homosexuales como seres « llevados por muchas ideologías » (« ideología »… ¡ la palabra maleta ya ideológica en sí !) e hizo hincapié en que muchos casos de homosexualidad podían ser resueltos « con una terapia adecuada ». En 2015, durante el oficio del Viernes Santo, describió el mundo homosexual como la experiencia homosexual del « infierno » : « Os aseguro que a veces encuentran el infierno. » Este obispo puso en marcha un curso terapeútico para « curar la homosexualidad » (Es posible cambiar) y « hablar de sexualidad como Dios manda ». ¿ Cómo se puede soltar aquellas formulas-bombas sin explicación, sin amor, sin dejar a las personas la impresión de que serían malas, de que no serán rescatadas, de que las quieren cambiar y que no toman en serio su tendencia ?
 

En 2013, Mons Casimiro López Llorente (obispo de Castellón) escribió en una hoja diocesana que las parejas del mismo sexo provocan « el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad » y « el desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia ». ¿ Cómo es posible caricaturizar y pintar en negro la situación así ? Aunque moralmente no se pueda justificar « la homoparentalidad » ni considerar estas estructuras como « familias », es excesivo hacer de los niños criados por « parejas » homosexuales neuróticos y desequilibrados rodeados de violencia.
 

En 2014, Mons Fernando Sebastián Aguilar (obispo de Málaga) afirmó en una entrevista al diario Sur que « la sexualidad tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación » y que « señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa : es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado ». ¿ Cómo se puede descartar así a los célibes y a las parejas mujer-hombre « estériles », imponiendo la procreación como único horizonte de la sexualidad ? El mismo Benedicto XVI nos advirtió de los excesos del natalismo : « Aunque la maternidad sea un elemento fundamental de la identidad femenina, no es de ninguna manera una excusa para considerar a la mujer sólo desde la perspectiva de la reproducción biológica. Puede haber al respecto graves exageraciones que exaltan una fecundidad biológica en términos vitalistas y que vienen a menudo acompañadas de un terrible desprecio por la mujer. […] No basta con dar la vida física para engendrar verdaderamente al otro. La maternidad puede encontrar formas de plena realización incluso donde no hay engendramiento físico. » (Joseph Ratzinger, Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y de la mujer en la Iglesia y en el mundo, 2004)
 

En 2014, Mons Jesús Catalá (obispo de Málaga) hizo, a ejemplo del cardenal Barbarin en Francia, la desafortunada comparación entre el « matrimonio homosexual » y la zoofilia, la poligamaia, la pedofilia e incluso el incesto, además frente a escolares : « La legislación española sobre el matrimonio es la peor del mundo, porque se habla de ‘cónyuge 1’ y ‘cónyuge 2’, que bien podría ser dos hombres, un hombre y un perro o un bebé y un anciano de 70 años. » ¿ No habría manera de limitarse a la violencia de la ley del « matrimonio homosexual » en sí, ya que hay más de lo suficiente por denunciar ? ¿ Para qué se necesita hacer asociaciones inútiles que pueden ser interpretadas como amalgamas ?
 

En 2015, Mons José María Martín de la Torre (obispo de Aguascalientes) definió la homosexualidad como una enfermedad, comparándola entre otras cosas con el sífilis : « Todos estos temas – aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo – son enfermedades de la familia contemporánea ; unos más graves que otros, pero es necesario curarlos porque de otra manera la familia perecerá y perecerá la civilización, porque la familia es baluarte. » ¿ Cómo poner en el mismo plano el sífilis y la homosexualidad, o el aborto y el matrimonio homosexual ? Matar a un niño no es lo mismo que dos hombres que se presentan a alcalde. ¿ Y cómo comparar la homosexualidad a una enfermedad, cuando es un miedo a la diferencia sexual ? Qué vergüenza…
 

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en 2016, cargó contra el « Imperio gay » diciendo que éste armaba una « importante escalada contra la familia ». Acusó también al PP de complicidad con la comunidad gay, de ser « infectado ideológicamente por el lobby LGBT y la ideología de Género ». Una vez más, la retórica del contagio y de la ideología asusta más que nombra y explica. ¿ Dónde están en las enseñanzas de este obispo la pedagogía y la humanización de las personas ?
 

En 2016, Mons López de Andújar (obispo de Getafe), Mons Rico Pavés (obispo auxiliar) y Mons Juan Antonio Reig Plà firmaron una carta pastoral contra la Ley de Transexualidad elaborada por la Comunidad de Madrid (ley que se aprobó finalmente el 17 de marzo de 2017, con la abstención del Partido Popular), denunciando « la sumisión de las personas a un poder totalitario ». « Totalitario »… es una palabra que condena sin ninguna explicación.
 
 

La simulación de mea culpa… para luego justificar un endurecimiento autoritario : el caso Cañizares

 

Los peores no son tanto los obispos directos o silenciosamente prudentes. Son los que fingen golpearse el pecho o la compasión… para luego arremeterse aún más fuerte contra las personas homosexuales. Al principio, se deshacen en disculpas. Por los errores del pasado. Por las mujeres. Por la pedofilia. Y ahora por la homosexualidad. ¿ Y qué ? Pedir perdón, me parece bien, es muy hermoso si está relacionado con la Verdad-Caridad. ¿ Pero qué sentido tiene si no se solicita el perdón por las buenas razones, sino que estas disculpas se formulan solamente para guardar las apariencias, por conveniencia o por cobardía para ganarse el silencio y la paciencia de sus agresores sirviéndoles el discurso que esperan sin responder verdaderamente a sus preguntas ? ¿ De qué sirve la contrición si es una coartada para no hablar de homosexualidad o para no enunciar la propuesta de felicidad que la Iglesia ofrece a las personas homosexuales ? ¿ si se trata de una excusa para luego justificar una respuesta intransigente ?
 

La mejor prueba de este giro hipócrita, es la actitud del cardenal Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, es decir el jefe de los obispos de España. En primer lugar, nos pega la estrofa del penitente… seguido de cerca por la estrofa no menos teatral de la franqueza, de la Verdad seca, de la obstinación orgullosa. Finjir bajar la guardia para a continuación darse el derecho a jugar más duro, ¡ eso sí que sabe hacerlo ! Valerse de un lenguaje sin concesión y « positivamente intransigente », « necesariamente duro » (porque según él, la Verdad debe lastimar, contraatacar), ¡ eso también lo sabe hacer ! Y, al final, en nombre de la lucha contra la « ideología », acaba por ser tan ideológo como sus oponentes y por usar conceptos igual de vagos o maniqueos : « ideología », « dictadura », « enfermedad », « fenómeno », « lobby », « perversión », « laicismo », los hechos/ideas antes que las personas (o dicho de otra manera, el sistema « lobby gay » por encima de las personas homosexuales), « transhumanismo », « maternidad subrogada », « Género », « libertad de expresión », « tolerancia », « discriminación », « deshumanisación », « anticlericalismo », ¡ y hasta « familia », « dignidad », « Verdad », « valores », « Esperanzas », « fragilidad », « libertad religiosa » y « Jesucristo ». ¡ Nos quedamos con una jerga política/eclesialmente correcta ! ¡ Sólo una sabiduría humana !
 

El cardenal dice por exemplo que « la Iglesia debe pedir perdón a los gays y a otra mucha gente ». Se nota en seguida en su discurso que la humildad y la concesión eran en realidad una cortina de humo. Sirven de excusas para justificar a continuación una venganza, un hablar sin pelos en la lengua, un radicalismo despectivo. « Yo estoy al servicio del Evangelio y, por tanto, la libertad mía nadie podrá hacerla callar. » (en el periódico El Mundo del 29 de marzo de 2017) A esto se le llama un paso atrás para saltar tres pasos palante y transgredir la línea de la Caridad.
 

El cardenal Cañizares es capaz de decir en la misma frase que hay que acogernos totalmente, a nosotros personas homosexuales, y al mismo tiempo, en nombre de un humanismo integral crístico, que esa tendencia sexual que sentimos – que no es nosotros pero que sin embargo a veces condiciona fuertemente nuestra identidad – no existe o no importa : « Hay que acogerlas con la máxima amplitud y cariño. En la Iglesia no deben ser excluidos, Jesucristo no hubiese preguntado a una persona si es homosexual. » (en el diario El Mundo)
 

En el fondo, el « perdón » de Cañizares no es efectivo. Se reduce a una fórmula convenida. La petición de disculpa es pronunciada con desgana, con un toque condicional. Con él, parece ser que siempre haya un « pero ». Diluye la homosexualidad en un universalismo que la pasa por alto, y luego en la comparación con los ataques anticatólicos que supuestamente la superarían en gravedad : « [El papa Francisco dijo que la Iglesia debe pedir perdón a los gays, y] lo acepto completamente. Hay que pedir perdón a los gays, pero no sólo a ellos, a mucha gente. Pero añado, la Iglesia es la única que pide perdón, los demás no piden perdón a la Iglesia. Se persiguen a miles de cristianos por el hecho de serlo y nadie se levanta contra eso ni se publica en los medios. Hay un control para que ciertas cosas no se digan. » (en el diario El Mundo)
Cañizares no se contenta con no reconocerse como un verdadero pecador y no digirse a nosotros personas homosexuales como pecadores amados y perdonados (el becerro gruesa esperará…), sino que encima, nos transforma en sistema opresor invisible, en infraestructura demoníaca y perversa infiltrada en los medios y en la política. « El colectivo LGTBI es un Imperio gay, no reconocerlo es estar ciego. No tengo nada contra los homosexuales, tengo amigos homosexuales y lesbianas. Con Imperio, hablo de lobbies, y los lobbies son imperios. Se ejerce un dominio en las legislaciones. » (en el diario El Mundo) ¡ Y claro, la evocación de los pocos « amigos homos » viene a coronar la homofobia paranoica !
 

Mons Cañizares suelta fórmulas grandilocuentes y amenazadoras, sin ni siquiera explicar los peligros que éstas levantan ni definir los términos, sin identificar que el Género es la heterosexualidad. Sólo por la satisfacción de « meterse en líos »: « La ideología de género es la más terrible de la humanidad. » (en el diario El Mundo) Lo peor es que estos golpes publicitarios magnifican lo que denuncian a la vez que no lo resuelven.
 

El cardenal « acelerado » no ha identificado en absoluto el Género tal como es, a saber la heterosexualidad. Prefiere caricaturizarlo como una « ideología », un « laicismo anticlerical » y una « dictadura », o bien como la negación de la realidad biológica, y una mala fe… cuando en realidad, los promotores del Género (que ni siquiera saben lo que es el Género : para ellos, sólo es « el Amor », es « ser uno mismo ») niegan tanto como sacralizan la ciencia y la naturaleza, y se creen que honran verdaderamente a Cristo y a los Hombres. Cañizares está totalmente desfasado : « Nacemos hombre o mujer, es evidente. Parece que en la ideología de género no importa la biología. ¿ Sabes cuántos géneros dicen que hay ? 35. Es grotesco. Género no es igual a decir homosexual, lesbiana, transexual… A los transexuales hay que aceptarlos y acogerlos, que se sientan en la Iglesia como en su casa, sin ser rechazados. Pero la ideología de Género dice que no hay naturaleza, que no hay cuerpo, que no hay biología… ¡que no hay Dios! Y eso es terrible para la humanidad. La ideología de Género no es feminista, ni mucho menos, la primera víctima de esa ideología es la mujer. » Uno se engaña con el Género y sus intenciones en cuanto piense que éste es anti-Vida, antinatural, anti-Realidad, anti-humano, anti-Iglesia. Al contrario, el Género se quiere imponer proponiendo y agregando. Pretende destruir construyendo. Desea matar al Humano glorificándolo, neutralizar la Naturaleza y la Realidad elevándolas al rango de nueva religión. El Género es una emanación espiritualista y sobrenatural del esencialismo de los natalistas religiosos, a los que pertenece Mons Cañizares sin su conocimiento. El cardenal valenciano convierte el Género en abstracción, en locura furiosa (mientras que esta ideología tiene una verdadera lógica), en deshumanismo (¡ mientras que el Género es el humanismo por excelencia !), en trastero de los malos pensamientos que no se tendría que analizar y al que no se debería prestar ninguna atención ni buena intención.
 

Hay malicia y orgullo detrás de la « postura de Verdad » del « humilde servidor de Cristo » que pretende ser Cañizares : « Me gusta ser políticamente incorrecto » (en el diario El Mundo) reconoce. Cuando la Verdad se vuelve una postura orgullosa basada en el anti-conformismo, en la ilusión de una transparencia justiciera y « crística », en un simulacro de humildad misericordiosa, en una parodia sincera de mea culpa, y en la enunciación de una Verdad estricta, es un antitestimonio horrendo. Observo una actitud similar con el cardenal Sarah o el cardenal Barbarin. La misma auto-satisfacción y la misma certeza farisea de ser deshacedor de entuertos. « No miento. La mentira está alejada de mi vida. Gracias a Dios. » (Mons Cañizares entrevistado por el diario La Razón, el 29 de marzo de 2017) ¿¿ Cómo se atreve a decir eso un cardenal ??
 

Además, Mons Cañizares es un falso rebelde, ya que en realidad, aprueba el lenguaje del mundo. Retoma literalmente las fórmulas demagógicas del liberalismo capitalista, del « humanismo integral » y del Gobierno Mundial anticrístico : « Tenemos que avanzar hacia la Europa que defiende a las personas, la de las libertades y la de los derechos humanos. » (en el diario El Mundo) Defiende la « libertad » en sí (primero « la libertad de expresión », con una marcada preferencia por la « libertad religiosa o de conciencia o de educación »). Retoma el argumento de la autoafirmación : « Uno puede ser lo que sea ». Vuelve a recitar la cantinela de la Doctrina Social de la Iglesiael bien común », « la Esperanza », « la transmisión ») la cual, tomada por fragmentos, ahoga a Cristo en el humanismo integral, o bien en el espiritualismo/ritualismo integral. Terrible sumisión al pensamiento común contemporáneo.
 

 

Cañizares viste la piel de un politiquero, ensalzando la voluntad humana (o « ciudadana », « comprometida »), la terquedad, la pugnacidad, la perseverancia, el extremismo, la omnipotencia de la (visibilidad de la) fe (confundida con la voluntad individual). Al fin y al cabo, Cañizares es un poco Alaska en su versión episcopal. « ¿ A quién le importa lo que yo haga ? ¿ a quién le importa lo que yo diga ? Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré. ». Cuando los periodistas le preguntan si le afectan las críticas, él contesta, magnánimo, y con una autosatisfacción emocionada, todo y su contrario : « No. Me duelen. ¿ Cómo no me van a doler ? Pero no me afectan. Nunca bajaré la guardia. Dejaría de ser Antonio Cañizares como Dios me ha querido. » (en el diario La Razón, el 29 de marzo de 2017)
 

Cuando los medios se interesan por saber si « los católicos tendrán que salir más a la calle » (en el diario El Mundo), Mons Cañizares mantiene el discurso típico del líder de las facciones « católicas identitarias » anarquistas que privilegian la apariencia, la visibilidad, la acción, la resistencia, la protesta, la oposición, la venganza, el escándalo, el jaleo, la indignación, la acusación, a la reflexión, a la oración, a la dulzura, a la templanza, a la Verdad-Caridad, a la realidad, a la razón, a la adaptación al mundo, a la longanimidad, al silencio. Por ejemplo, no es de extrañar que el corazón de los periodistas del diario ultra-católico Actuall arde por este tipo de excitaciones bélicas y mesiánicas, por estos obispos pedreros y agitadores que exaltan un cristianismo de cruzadas : « Tenemos que ser cristianos no anónimos, que se nos note. Es necesario y a los obispos más todavía. » (Mons. Cañizares en el diario El Mundo) No estoy seguro de que Jesús hubiera dicho algo así.
 

Nuestra Cruz en Francia, son Civitas y los movimientos pro-Vida (Alliance Vita, La Manif Pour Tous, Les Survivants, etc.) o de ultra-derecha (¡… aunque los mismos desprecien la ultra-derecha !) que han atascado el debate y apagado la fuerza del análisis sobre la homosexualidad por su familialismo, su natalismo histérico, su vitalismo sin fondo, su victimización de los católicos y su demonización de los medios de comunicación y de los políticos. Y a vosotros, en España, por desgracia, lo peor que os podía tocar, eran Hazte Oír y Actuall. Aquellos grupos son sus Cruces internas. Hacen mucho ruido, se creen en lo verdadero, se fanatizan, van a la lucha mediática y polémica, sin amor es decir finalmente sin Verdad. Pretenden odiar a los medios de comunicación y a la política, pero están obsesionados por el impacto mediático y se pelean para obtener un puesto político o televisual o eclesial. Proclaman actuar a favor de la Iglesia, pero La desprecian en privado, y no rezan. Se lanzan en cuerpo y alma en el combate político, para « tener razón » y no para amar. Sus mensajes que van al choque por el choque en sí mismo son provacadores, hasta irracionales a veces. Ellos atacan, juzgan y dividen, sin amor, sin misericordia, sin reflexión profunda sobre la homosexualidad.
 

Como lo denunciaba Dom Jean-Baptiste Chautard en El Alma de todo apostolado (1905), « desgraciadamente, en la Iglesia, hay muchos canales y pocos depósitos. […] Los que rezan hacer más por el mundo que los que combaten, y si el mundo va de mal en peor es que hay más batallas que oraciones. » El discurso y los métodos de los zélotes nueva generación es una verdadera plaga, una gripe intelectual y espiritual, que los obispos deberían denunciar con toda la fuerza. De momento, estos últimos no lo hacen. Peor. Algunos imitan a esos grupos paramilitares y los justifican, mediante silogismos maquiavélicos (stricto sensu) en plan « El fin justifica los medios » proclamados con la tibieza de un Poncio Pilato que se está lavando las manos : « Los líderes de la campaña de Hazte Oír han dicho una cosa que es evidente y hoy decir lo que es evidente no se entiende. Aunque a lo mejor tampoco es prudente haber hecho una cosa semejante. Yo no apoyo ni denuncio nada, simplemente digo que la ideología de género es la más insidiosa de toda la historia. » (Mons Cañizares en el diario La Razón) De manera implícita, y por omisión, hasta Mons Cañizares se pone a defender a Donald Trump. De hecho, cuando le piden su opinión respecto al presidente norteamericano, él se contenta con rendirle un homenaje velado, esgrimiendo el complot mediático-político anticristiano : « Es curioso que muchos medios y políticos silencien muchas cosas de las que dice, como la defensa de los cristianos perseguidos. » (en el diario La Razón) « Bueno, lo digo de paso, como si nada… » Una vez más, no estoy seguro de que Jesús hablaría así. Y a mi parecer, Él debe estar llorando sobre el autobús Hazte Oír y sobre Trump y sus partidarios con manto rojo.

 
 

Algunos consejos filiales

Acabaré mi artículo con una advertencia para todos los católicos pro-Vida, y en particular para los obispos españoles que me leerán. No os preocupéis : será corta, amable, y podría aplicarse igual de bien a los obispos franceses (que en este momento, a causa de su orgullo, de su miedo y de su ignorancia, están rozando la muerte clínica en cuanto a la comprensión de la primacía de la homosexualidad en el escenario mundial, eclesial y escatológico)
 

1) Por favor, dejad de decir « los homos » o « los gays », o al contrario de usar circunloquios (« persona atraída por personas del mismo sexo ») que endulzan la realidad, que no llaman las cosas por su nombre o que son inaudibles : « las personas homosexuales » (he probado por vosotros) es el término que pasa más desapercibido socialmente y que asegura el mejor compromiso entre la Verdad y la receptividad del mundo.
 

2) El colectivo LGBT no es el lobby gay (no hay casi nadie detrás de la puerta « lobby gay ») sino el lobby heterosexual (del que forman parte la mayoría de los católicos, ya que casi todo confunden la heterosexualidad con la diferencia de sexos).
 

3) Os lo ruego, no demonicéis el Género (ni la palabra « homofobia »). No lo transforméis en pulpo gigante sin sentido, en trampa discursiva, en sistema oscuro o diabólico (como lo hacen patéticamente el cardenal Sarah o el cardenal Cañizares). Al contrario, tenéis que racionalizarlo, domarlo. Todo artículo que demoniza el Género, incluso de manera « científica » o mediante una persona homo o « ex homosexual », dejadlo. El Género es una suerte para denunciar la heterosexualidad, siendo esta última el mal principal, el diablo disfrazado de diferencia de sexos, una parodia de la sexualidad en la que se basan todas las reclamaciones legislativas a favor de « los homosexuales ». Sino, la mera referencia al « Género » sólo sirvirá el miedo, la homofobia, y a los fundamentalistas natalistas seudo « católicos ».
 

4) No seáis demasiado duros ni demasiado blandos. Sed humildes y no os hagáis de cruzados : la franqueza o la transparencia y la sinceridad no son la Verdad. Se puede querer el bien sin hacerlo, o querer decir la Verdad quitándola Su humildad y Su amor. La única Verdad que importa es la Caridad.
 

5) Ánimo. Cristo ha vencido abandonándose (en la obediencia al Padre), y no resistiendo. « No mi voluntad sino la tuya. » (Mateo 26, 43)

À l’épreuve du goût de TF1 : les Francs-macs débarquent avec leur salaire de vie… pardon… le « partage de leur passion »


 

On retrouve tout du discours du Gouvernement Mondial bobo-antéchristique dans cette publicité des Magasins U, sponsorisée par TF1 :

– le présentateur homosexuel (Thomas Beaugrand)

– la célébration du dieu « Goût » ou « Excellence » ou « Qualité naturelle » ou « Nature »

– le travail qui va être mondialement remplacé, via la technologie et le Revenu Universel (la puce électro), par le partage de sa « passion », de ses loisirs, de sa « culture », de ses émotions, de ses « données professionnelles » de sa « connaissance » (gnose) gardée jalousement secrète (constructionnisme franc-maçonnique), de son « savoir-faire d’expert », de sa combativité, sur fond de compétition, de « défi » koh-lantesque et de « détermination » révolutionnaire (… pour cacher qu’en réalité, c’est un esclavage et un asservissement infantilisants à l’hédonisme technologiste, un chômage de masse). L’objectif à court terme du Gouvernement Mondial, c’est que notre métier soit notre KIFF en même temps que notre passe-temps !
 

Écoutez plutôt : « Bonjour à tous. On se retrouve pour ‘À l’épreuve du goût’ avec les Experts U. Est-ce que vous êtes prêts ? (Réponse enthousiaste des équipes de corps de métiers à la dérive : ‘Ouais !’) Ils sont boulangers, pâtissiers, bouchers, charcutiers-traiteurs, poissonniers, fromagers, maraîchers, mais surtout, ce sont des PASSIONNÉS. (‘La viande, plus on la mange naturelle, mieux c’est.’ dit un boucher ; ‘J’aime mon métier et j’aime ce que je fais au quotidien, et surtout, j’aime le partager.’ Dit la poissonnière). Les Experts U vous révèlent leurs secrets, leur savoir-faire et toute leur connaissance. (‘Biscuit Joconde’ dit un biscuitier ; ‘C’est un métier qui est vraiment passionnant. Si vraiment on s’y implique, on peut faire des choses extraordinaires.’ dit un traiteur ; ‘J’aime beaucoup le travail au cornet. J’trouve que ça donne vraiment une touche très chocolatière.’ dit un maître-chocolatier ; ‘Je suis fière de faire ce métier.’ dit une femme-traiteur ; ‘J’y suis, j’y reste, et je veux aller jusqu’au bout, quoi !’ Alors pour tout savoir, regardez ‘À l’épreuve du goût’, dès le 12 avril, sur MyTF1. »

Les preuves que Jésus existe dans ma vie


 

Cet article est publié prochainement en espagnol sur Forum Libertas.
 

Quand on me demande depuis quand date ma conversion au catholicisme, je souris car à la fois je ne cesse d’être converti par Jésus chaque jour, à la fois je n’ai jamais vécu de grande conversion. Par exemple, je n’ai pas eu d’apparition, ni de révélation privée, ni de vision. J’ai une vie apparemment banale et aride. J’ai encore du mal à faire oraison. Je n’ai pas de gros miracle ni de big guérison ni de NDE (mort imminente) ni d’enfance malheureuse ni de vie de junkie à raconter. J’ai toujours été catholique depuis ma naissance (baptême le 8 juin 1980) et je n’ai jamais cessé d’aller à l’église. Pendant l’adolescence, pas de crise de foi. Certains catholiques rêveraient que j’aie connu un revirement spectaculaire, une rencontre avec Jésus digne des grands récits bibliques, une chute de cheval à la saint Paul, un avant catastrophique et un après grandiose, un chemin ascendant. Pour hurler au miracle ou à la sainteté, se servir de moi et de mon expérience pour dissuader de la pratique homosexuelle, pour dire que l’homosexualité est inexistante (« Philippe Ariño est un ex gay »), qu’elle se dépasse, ou bien que l’homosexualité vécue dans la foi est un chemin possible qui donnerait matière à faire un film et à convertir les autres personnes homosexuelles affligées. Désolé de les décevoir. Jésus est présent dans ma vie surtout parce qu’il y est invisible et en même temps présent de manière totalement inattendue, drôle, incroyable, évidente. Jésus est présent dans ma vie surtout parce que je suis pécheur, parce qu’il y a la Croix, parce qu’il y a la Vérité.
 

Alors, même si l’amour ne se prouve pas (l’Amour s’éprouve simplement, et il ne s’impose pas, sinon Il ne nous aimerait pas), en relisant ma vie, je vais essayer de vous dire maintenant quels sont les signes discrets – pour moi indéniables – que Jésus est omniprésent dans ma vie, qu’il me gâte à tout instant, et que je lui appartiens. J’en ai compté 14 (même si c’est un peu con d’assigner un chiffre à l’infini…) :
 

1) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il s’est manifesté par la vie de mon père. Je regarde tous les zigzags qu’il a vécus… et je me dis qu’avec autant d’imprévus, il n’y a pas de hasard. Je ne crois ni au hasard ni au destin, mais juste à un plan de Dieu sur nous qui nous laisse malgré tout libres. Et il est certain que la vie de mon père est guidée par le Christ ; et que mon papa, tout en restant libre, ne contrôle pas grand-chose. Il allait être père blanc missionnaire en Afrique. Contre toute attente, et contre l’avis de ses parents, il a tout quitté pour partir en France, sans parler français et sans travail. Il fallait qu’il rencontre sa femme et qu’il ait 5 enfants (dont un prêtre). En plus, mon frère jumeau et moi n’étions pas programmés et sommes arrivés « par accident ». La vie de mon papa (un homme de Dieu, bien pécheur) est tellement improbable que je sais qu’elle est providentielle.
 

2) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est que j’ai toujours cru en son existence, en sa présence, aux anges, aux saints. Je ne me suis jamais révolté. Et les catéchistes étaient ébahies de ce que je pouvais dire en séances de caté. Ma sensibilité pour la lectio divina, ce goût de Dieu, cette appétence, c’est venu très tôt. Ça sortait de moi mais ça m’était donné. Je me suis rarement ennuyé à la messe. C’était naturel pour moi de pratiquer : aller à la messe, c’était aussi indiscutable que d’aller à l’école ou de manger ce que j’avais dans mon assiette. Ça ne se négocie pas. Je crois qu’il y a un arbitraire de la foi. Et pourtant, mes parents n’ont jamais eu à me forcer. La foi est un don qu’on ne fait que cultiver librement. J’adore toujours autant les groupes de parole, et j’adore discuter de Dieu avec qui que ce soit. J’adore témoigner. Parfois, je jalouse (gentiment) les prêtres en homélie, car j’aimerais être à leur place quand leur homélie est médiocre.
 

3) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il s’est manifesté par les sacrements et notamment la confession. Il a fallu que j’attende mes 34 ans pour vivre des signes sensibles de la Présence de Jésus. Pile au moment où justement ma foi ne demandait plus de miracles. Par exemple, en 2014, lors d’une confession à la Basilique du Sacré-Cœur à Montmartre, un jeune prêtre (ça ne faisait que 3 mois qu’il était ordonné), au moment de l’absolution, a étendu ses mains sur moi… et ça a été le radiateur ! Il était pourtant à 60 cm de ma tête ! L’Esprit Saint, je l’ai senti passer. Sensiblement. Et ce prêtre n’a pas arrêté de me parler de « sainteté » juste avant ce miracle. Alors dans ces cas-là, difficile de nier que Jésus existe ! Par ailleurs, en 2016, pendant l’Année de la Miséricorde, j’ai été un fervent visiteur des confessionnaux, car mes tentations et mes chutes étaient grandes (masturbation ; et même après 5 années de continence, des chutes avec des hommes). Eh bien je peux attester que Jésus parle à travers les prêtres… même ceux qui disent des conneries. Jésus est dans les prêtres. Car ce qu’ils m’ont dit, même des voyantes extralucides n’auraient pas pu être plus précises ! Jésus habite les confessionnaux. C’est hallucinant.
 

4) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il s’est manifesté par la bonté des catholiques. Parmi les membres de l’Église Catholique, il y a le pire (car les fidèles catholiques désobéissants pèchent en connaissance de cause, donc c’est plus grave) et il y a le meilleur (car les fidèles catholiques obéissants sont proches de la Vérité et de la Charité en actes). J’ai découvert dans l’Église Catholique des gens bons, vrais, drôles, serviables, comme nulle part ailleurs. L’Église est la meilleure École d’Amour, le meilleur Chemin de Vérité. Jusqu’à preuve du contraire, je peux en témoigner. Et pourtant, Dieu sait si je connais les péchés de ses membres et que je ne me fais aucune illusion sur les gens d’Église !
 

5) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il s’est manifesté par saint Antoine de Padoue. Entre lui et moi, ça fonctionne mieux que le téléphone. Je lui parle, lui pose une question très précise, et ensuite, à travers la bouche d’un prêtre ou un événement, j’ai immédiatement la réponse. Une réponse toujours inattendue et vraie. Une fois, en 2014, je me trouvais à la Basilique du Sacré-Cœur, et devant la statue de saint Antoine, pendant que je discutais avec lui, je lui ai dit que les petites bougies qui étaient allumées à ses pieds étaient à l’image des êtres humains habités par la lumière du Christ. J’ai confié à saint Antoine que, de retour chez moi, j’allais écrire un article sur les bougies humaines. Puis je suis resté dans la Basilique pour assister à la messe de 22h. Et là, le prêtre polonais qui célébrait a commencé son homélie par ces mots : « J’ai envie de vous proposer une image : nous sommes tous des bougies humaines. » Je me suis mis à fixer le prêtre d’un air inquiet/intrigué, puis a regardé la statue de saint Antoine, en leur demandant intérieurement : « C’est quoi, ce sketch ? Elle est où, la caméra cachée ? » Saint Antoine me fait toujours des coups comme ça ! Il m’a même invité chez lui, en Italie. En effet, le seul prêtre qui m’a contacté spontanément en 2015 pour me faire venir en conférence en Italie, alors qu’il ne parle pas un mot de français ni d’espagnol, c’est don Giovanni Ferrara, de Padoue ! Lui et moi savons que c’est saint Antoine qui nous a réunis. Saint Antoine, par Jésus, est vraiment vivant. Et quand il veut un ami, il l’a !
 

6) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il me parle directement par la Bible. Pas de manière magique. Par exemple, quand j’ouvre ma Bible au hasard (comme le font certains charismatiques superstitieux), ça tombe toujours sur un texte sans intérêt (genre Les Maccabées…). Ça ne marche presque jamais ! haha. En revanche, Jésus me rejoint autrement. Les paroles de la Bible s’impriment en moi comme au fer rouge. Je trouve que ce qui est dit dans la Bible est vivant, sonne juste et vrai à l’instant où je l’entends. La Bible n’est pas un livre : c’est vraiment une personne qui me parle. C’est bouleversant de pertinence. C’est chirurgical. Jésus et ses prêtres m’ont donné le goût de l’exégèse, de l’étude de texte, et le don de l’interprétation. Je constate que ça marche aussi avec les films profanes, les romans païens, les événements du monde. J’aime décrypter, et il se trouve que je le fais bien, et que ça ne vient pas de moi.
 

7) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’il m’a rendu intelligent et visionnaire, alors que moi, je sais que je suis bête et superficiel. Et je le dis sans fausse modestie ni orgueil. Ça n’a rien à voir avec une question de mérite. Je n’ai pas (encore) de don de lecture dans les âmes, ni d’ubiquité, ni de guérison, ni de chant en langues, ni de prophétie. Mais j’ai un charisme de sagesse particulier, qui me vient de l’homosexualité continente, et qui me permet d’identifier qui sont les gens et ce qu’ils vivent dans leur sexualité et dans leur rapport à l’Église. Certains amis me disent que j’ai un scanner à la place du cerveau. Moi qui ai grandi devant la télé, et qui ai regardé des dessins animés et des films pendant toute mon enfance, moi qui écoutais les Spice Girls, je me dis que si je me retrouve à enseigner aujourd’hui les plus grands philosophes, mes professeurs, les évêques, et qu’on me prend pour un mec hyper intelligent voire devin, alors que j’ai tout pour être une pétasse homosexuelle décérébrée, c’est qu’il y a quelqu’un d’autre que moi qui permet ce prodige. C’est qu’il y a une intervention divine derrière tout ça. Je suis tenté de rigoler de l’« imposture (pourtant pleine de Vérité) » de ma propre situation !
 

8) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il m’a pris avec mon homosexualité. Il ne m’a pas accueilli à moitié, ni à la condition que je ne ressente plus cette attraction. Il m’a accueilli en entier. Et pire que ça : il utilise mon homosexualité pour L’annoncer Lui de manière hyper juste et originale. Quelle délicatesse ! Quel culot aussi de sa part ! Je sais qu’il me fait plein de cadeaux, plein de signes, de clins d’œil de connivence et d’amitié homoérotiques. Par exemple, je suis allé voir plus de 700 pièces de théâtre sur l’homosexualité à Paris. Eh bien Jésus s’arrange pour que je retrouve de manière très précise une bonne partie des symboles de mon Dictionnaire des Codes homosexuels. C’est une manière pour lui de semer des petits cailloux sur ma route, de me confirmer sans arrêt dans la continence (abstinence pour Lui), et qui plus est, par mon homosexualité… ce qui semble paradoxal, et une entorse à sa propre volonté puisqu’Il n’a pas voulu mon homosexualité (Il la permet, simplement). C’est fou comme Il s’adapte à moi et comme Il compose avec moi, avec tout ce que je ressens, avec l’objet même de ma honte existentielle. Une fois, je venais de poster le code « Carmen » sur mon blog, dans mon Dictionnaire, et le soir-même, je suis allé voir une pièce (Les sex-friends de Quentin) au hasard à Paris parce que je savais qu’elle traitait d’homosexualité. Rien, dans le résumé, ne pouvait me mettre sur la piste que j’allais y entendre parler de Carmen tout du long ! Jésus me fait vivre un apostolat absolument insoupçonnable voire apparemment contradictoire. Un chemin que je n’ai pas voulu (car je n’ai pas voulu être homo et je n’ai pas voulu être appelé au célibat) mais qui me ressemble.
 

9) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il s’est manifesté à travers mes amis homosexuels et la « culture » homosexuelle. Et Il m’a été annoncé y compris par ceux qui le rejettent et qui ne croient pas en Lui (cf. le code « Se prendre pour Dieu » et « Amant diabolique » dans mon Dictionnaire des Codes homosexuels). Quelle meilleure preuve de son existence que cette apparente contradiction ? J’ai entendu dans les films, les pièces, dans les associations, dans la bouche de mes propres amis, une correspondance exacte avec ce que j’écris ou avec ce que Jésus dit dans la Bible, alors même qu’ils ne me lisent pas et qu’ils se disent athées. Au fin fond d’une discothèque gay, un gars qui cherchait à m’embrasser sur la bouche m’a qualifié sérieusement de « saint ». Comment pourrais-je, après ça, dire que Jésus n’existe pas ?
 

10) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est que je ne peux sortir avec personne. Ça fait un moment que je me suis fait une raison (même si les tentations sont toujours là). Sortir avec un mec, même adorable et attirant, même croyant, je ne peux pas. Et quand je dis que je ne peux pas, ce n’est pas de la comédie ni une plainte. Ce n’est pas techniquement. Car techniquement, je peux (carrément !). Ce n’est pas socialement ni religieusement. Car personne, ni même mon Église Catholique, ne me l’interdit et ne m’en empêche. C’est surnaturellement que je ne peux pas. C’est au niveau de ma foi et de ma joie intérieure que je ne peux pas. C’est sacramentellement que je ne peux pas. Jésus vient me chercher, et je ne peux pas lui résister (haha). Ma foi est plus forte que le plaisir, que le besoin d’affection, que le besoin de couple. Ma paix intérieure est soumise à la Vérité. C’est plus fort que moi. Ça me fait bien chier de découvrir ça. Mais cette appartenance est incassable. Et elle est donnée. Ce n’est pas vraiment un choix.
 

11) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il me rend insolemment libre. Ça m’étonne moi-même, cette liberté. C’est plus fort que moi : je ne supporte pas le mensonge ni la méchanceté ni l’injustice. Et quand je vois une hypocrisie ou un faux-semblant ou une tiédeur, je me sens appelé à ouvrir ma gueule. À l’inverse, quand quelque chose me plaît, je suis enthousiaste, surprenant et très joueur. Dans mes relations, j’aimerais être plus insouciant, plus relativiste, plus léger, moins exigeant, moins entier, moins libre : ce serait tellement plus reposant pour moi ! Mais je ne peux pas. Quelque chose me pousse à me dépasser, à me donner jusqu’à en mourir, à ne pas me satisfaire de l’acceptable. Par exemple des prêtres qui, pour notre bien, veulent gommer les chapitres du Catéchisme de l’Église Catholique sur l’homosexualité soi-disant « culpabilisants », je ne peux pas laisser faire. C’est la Vérité-Charité ou rien. Cette exigence-là, je sais qu’elle vient de Jésus. Ce n’est pas moi. Car elle est viscérale.
 

12) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est que je suis persécuté d’une manière absolument disproportionnée par rapport à ce que je fais, dis et suis, d’une manière absolument violente, absolument illogique humainement parlant. C’est donc qu’il y a dans ma vie un Mystère d’iniquité qui ne provient pas de moi et qui m’est donné surnaturellement, par le rôle de prophète (et nous sommes tous, par notre baptême, prophètes : ce n’est pas un titre ni une valeur mais un don, une responsabilité et un désir). Je constate qu’il existe dans ma vocation un « Signe de contradiction » (Luc 2, 34) qui est Jésus. Je ne vois pas d’autre explication. Ce n’est ni une question de mérite, ni de valeur personnelle. C’est de l’ordre d’une élection que je n’ai ni choisie, ni construite, ni rêvée. Les attaques que je vis à cause de l’homosexualité et de ma foi me prouvent que Jésus est vivant.
 

13) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est qu’Il me rend joyeux, drôle, doux, convivial, à l’écoute, et qu’avec lui je n’ai plus honte. Alors qu’à la base, je suis un peureux, une mauviette, un misanthrope, un gars mal dans ses baskets, un honteux. Cette force ne vient donc pas de moi. Il y a quelqu’un dans ma vie qui me rend meilleur et beau. Moi, sans Jésus, je suis un gros looser.
 

14) La preuve que Jésus existe dans ma vie, c’est que Forum Libertas me supporte comme chroniqueur ! Ça, ça vaut toutes les preuves de son existence, non ?

Allô les cathos ? Le catholicisme est INCOMPATIBLE avec le vote FN. Il faut vous le dire en quelle langue ??


 

C’est très facile de taper sur Macron en ce moment. Car son discours est vide et dangereux. Mais Le Pen n’est pas mieux. Et comme les catholiques ont la mémoire courte (au passage, Philippe de Villiers vient de se rallier tacitement à Marine Le Pen, le 19 février dernier), je vais vous rappeler dans les grandes lignes pourquoi le vote catholique est incompatible avec le vote FN. Car en ce moment, Marine – surtout par l’intermédiaire de sa nièce Marion Maréchal Le Pen – drague les cathos : « Notre éthique sociale est un héritage de la doctrine sociale de l’Église » a-t-elle sorti lors de son meeting de Lille du 26 mars. Or il ne suffit pas de foutre le mot « Espérance » partout ou de rendre un hommage ému aux « racines chrétiennes » pour aimer le Christ. Je vais poser devant vous, de manière claire et visible, les raisons objectives pour lesquelles nous, en tant que catholiques, ne devons pas voter FN aux prochaines élections :
 

1) En coulisses, le FN méprise l’Église, méprise le Pape et attire les sédévacantistes et les schismatiques (d’ailleurs, Marine Le Pen a fait baptiser ses 3 enfants à saint Nicolas du Chardonnet). « Qu’ils s’occupent de remplir leurs églises, ce qui n’est pas gagné, et qu’ils laissent après les partis politiques gérer les affaires publiques. » a déclaré à Noël dernier Louis Alliot (le compagnon actuel de Marine, et vice-président du Front National), à destination des évêques de France. Même si les cadres du FN continuent de se réclamer des « racines chrétiennes de la France », la guerre avec le clergé est ouverte. En 2011, Marine le Pen avait déjà enjoint l’Église à « s’occuper de ses ouailles » plutôt que de politique. Je rappelle également, sans enfermer la candidate du FN dans ses actes et son péché, qu’elle a divorcé deux fois et vit en concubinage et famille recomposée avec un troisième homme. Elle n’a que faire des sacrements de l’Église, et s’entoure même, dans son équipe politique, de farouches anti-cléricaux, de véritables païens libertaires et relativistes en matière morale. Concernant la foi dans sa dimension collective, le FN promeut un laïcisme strict, c’est-à-dire une sorte de « neutralité religieuse pour tous ». D’un point de vue social, il est en faveur d’une privatisation de l’Église (selon lui, le pouvoir spirituel et le pouvoir temporel sont déconnectés, et les curés n’ont rien à dire à la politique) et en faveur d’un nivellement du catholicisme sur les autres religions : l’interdiction des signes religieux ostensibles dans l’espace public est une des mesures du programme présidentiel du FN, il faut le savoir. En gros, le FN n’a rien contre la pratique religieuse privée mais il est contre la préférence religieuse et la monstration de celle-ci… même s’il reconnaît le catholicisme comme le principal patrimoine culturel et spirituel de la France. Au fond, les mentors du FN sont opposés à l’apostolat et à la dimension universelle de la Foi : pour eux, la croyance est une affaire individualiste. L’Église est une « gentille » chapelle et doit le rester.

 

2) Le FN méprise les étrangers : il n’est pas raciste comme c’est souvent dit, mais xénophobe. Même s’il rallie beaucoup de pauvres et d’étrangers, son fond de commerce est le purisme réaliste et médiatique, la peur, la soif de vengeance, la colère, le ras-le-bol, la misère intellectuelle et matérielle, l’intransigeance, l’expulsion de l’autre, le protectionnisme libéral. Le contraire de la Charité que propose Jésus. Le FN continue de critiquer la « naïveté » et l’irresponsabilité du Pape François dans la crise migratoire que vit l’Europe. Et la confusion frontiste entre l’Europe (d’inspiration catholique et pacifique) et l’Union Européenne est pathologique : le FN veut, comme les libertins bourgeois de Sodome et Gomorrhe, jeter bébé européen avec l’eau du bain, en prétextant (à tort) qu’il fait déborder le niveau du bassin, ou que la bassine est trouée de partout. Or, avec de l’amour et du partage, il y a de la place pour tout le monde.
 

3) Concernant l’euthanasie et le suicide assisté, Marine Le Pen ne se positionne pas. Elle a déclaré le 8 mars 2017 qu’elle ne serait ni pour ni contre : « Je suis pour ne pas aller au-delà de la loi Leonetti. » Même si une grande partie de son électorat y est favorable. Sur une question aussi grave, le lavement de mains frontiste est lui-même très grave.
 

4) Le FN réclame le rétablissement de la peine de mort. Marine Le Pen l’a annoncé le 2 février dernier, même si cette résolution ne figurera pas dans son programme présidentiel et qu’elle compte laisser aux Français le choix de l’instaurer via un référendum d’initiative populaire. Déjà, en 2015, elle disait qu’« à titre personnel », elle pensait « qu’un système pénal ne peut pas tenir sans la peine capitale ». Alors amis catholiques, cette proposition de la perpétuité réelle est contraire au commandement « Tu ne tueras point » de la Bible.
 

5) Les membres du FN sont – sans s’en rendre compte – favorables à la GPA puisqu’ils sont pro-Union Civile et pro-pratique-homosexuelle, et que la GPA est l’Union Civile et est la croyance en « l’identité homo » et en « l’amour homo ». Promesse de réécriture/d’abrogation de la Loi Taubira ou pas. Déclaration de rejet de la GPA ou pas. En octobre 2016, Marine Le Pen s’est engagée à « réécrire, supprimer, remplacer (le mariage homo) par une forme d’Union Civile » et a dit qu’elle « soutenait un PaCS amélioré ». C’est du pur mensonge puisqu’elle ne compte absolument pas remettre en cause l’hétérosexualité et l’homosexualité, et que l’Union Civile EST la GPA. Marine Le Pen change d’avis comme de chemises. Si, en mai 2013, la présidente du FN parlait d’abolir le « mariage gay », elle assure aujourd’hui qu’il n’est pas question de « démarier » les couples homosexuels mariés. Et Florian Filippot, le numéro 2 du FN, et lui-même homosexuel actif, va plus loin en déclarant en avril 2016 que l’abrogation du « mariage pour tous » est aussi importante que « la culture du bonsaï ». La majorité des catholiques, n’ayant pas compris la Loi Taubira, croient encore aujourd’hui Marine Le Pen quand elle promet l’abrogation du « mariage gay » et la fermeture de la PMA aux couples de même sexe. Mais ils font erreur. Je les invite à se former sérieusement sur l’hétérosexualité.
 

6) Les militants FN sont pro-avortement (même si, en ce moment, il joue hypocritement les adorateurs du professeur Lejeune, et qu’en 2011, Marine Le Pen s’était prononcée contre les « IVG de confort »). Le 4 décembre 2016, je rappelle que Marine a recadré sa nièce Marion Maréchal-Le Pen qui prônait (en plus de la suppression du délit d’entrave à l’IVG) le déremboursement intégral de l’IVG, rappelant qu’une telle mesure « ne faisait pas partie de son programme électoral ». Et le lendemain, c’est Florian Philippot qui a enfoncé le clou, indiquant que Marion était « seule » et « isolée » au FN dans sa volonté de revenir sur le remboursement intégral et illimité de l’avortement.
 
 

C’est pourquoi je redis avec force que l’opposition au FN au nom du catholicisme n’est pas un « truc de catho gauchiste », ni une option, ni même une bonne stratégie anti-Macron. C’est une obligation morale et spirituelle !

Les évêques espagnols et l’homosexualité : le grand aveuglement

Cet article est originellement écrit en espagnol pour le site Forum Libertas. Il est complété par l’article 1 et l’article 2.
 

Mons Reig Plà


 

L’urgence de se former

Je le dis avec toute l’Espérance et l’amour christique de l’Église-Institution qui m’habitent : en découvrant les discours sur l’homosexualité que tiennent beaucoup d’évêques espagnols depuis quelques années, et surtout la dernière interview du Cardinal Cañizares du 29 mars 2017, j’ai envie de pleurer. À cause des erreurs que ces évêques disent, de toutes leurs imprécisions bien-intentionnées ou carrément provocatrices, de leurs non-dits, mais aussi des attaques qu’ils ont reçues et qui vont s’abattre sur eux et sur l’Église prochainement au nom de l’homosexualité. Car leurs bourdes ou leur peur de nommer le mal sont soigneusement enregistrées et ont déjà des conséquences dramatiques. L’ardoise se charge dangereusement, jusqu’à un point d’incompréhension et de rupture irréversible.

En Espagne, ce n’est pas 1 Cardinal Barbarin (Gargamel pour les intimes) que vous avez… mais une dizaine ! Le but de mon article n’est pas d’accabler davantage les évêques espagnols (il y en a des supers) mais de leur dire qu’il est urgent pour eux de se former sérieusement sur le sujet de l’homosexualité, et d’arrêter de penser que ce dossier est annexe, mondain, trop dangereux, ou au contraire qu’ils le maîtrisent parfaitement. Le vrai danger, c’est de reporter précisément son traitement, ou bien de mal en parler en croyant le régler vite. L’à peu près ou le péremptoire, au sujet de l’homosexualité, médiatiquement et mondialement, ne pardonne plus. La bienveillance, ou la posture misérabiliste et compassionnelle du non-jugement des personnes, ne suffisent pas. Le trop-plein d’assurance non plus. Je tire la sonnette d’alarme !

 

Florilège des bourdes épiscopales

Les sorties des évêques en Espagne par rapport à l’homosexualité sont rares, mais déjà plus nombreuses qu’en France. Et le moins que l’on puisse dire, c’est qu’elles ne brillent pas par leur finesse, leur clairvoyance et leur humilité.

En général, ces évêques/cardinaux tombent dans les clichés homophobes les plus tartes à la crème : l’homosexualité-maladie (alors qu’en réalité une peur ou une blessure – et l’homosexualité est une peur – n’est pas une maladie), l’homosexualité-idéologie (alors que le mot « idéologie » ne signifie et ne nomme absolument rien), l’homosexualité-irréalité (alors que l’attraction homo-érotique n’est pas un mythe, mais une réalité et une condition concrète ; et l’homosexualité est un vrai sujet à étudier), l’homosexualité-transition (alors que la tendance homo n’est pas toujours/souvent passagère), l’homosexualité contre-naturelle (alors que l’homosexualité traduit souvent un fanatisme pour la nature, justement !), l’homosexualité-rejet-d’altérité (alors que l’homosexualité active peut quand même être une expérience d’altérités), l’homosexualité-infécondité (alors que certains « couples » homos font du bien autour d’eux et ne sont pas stériles), la sexualité-procréation (alors que la procréation n’est pas l’absolu de tout amour humain, y compris dans le mariage femme-homme), l’homosexualité-fin-de-civilisation (l’homosexualité est symptôme de décadence civilisationnelle, mais il faut expliquer en quoi et s’attaquer à l’hétérosexualité !), l’homosexualité-espèce (alors que « les homos » et « les hétéros » ça n’existe pas), l’homosexualité-méchanceté (alors que les personnes qui défendent l’homosexualité voire qui la pratiquent ne pensent pas à mal et sont persuadés de faire le bien), l’homosexualité-violence (alors que la pratique homosexuelle a aussi ses délices, sa tendresse, ses bienfaits), l’homosexualité-lobby (alors que derrière le « lobby gay », il n’y a quasiment personne, et se trouve surtout le lobby hétérosexuel), l’homosexualité-mafia (alors que les personnes homosexuelles se fuient entre elles et ne s’entendent pas assez bien pour former une mafia !), l’homosexualité-zoophilie (alors que les personnes homosexuelles sont des êtres humains), l’homosexualité-danger-pour-la-jeunesse (alors que les enfants peuvent tout à fait être élevés correctement par des « couples » homos et ne pas grandir traumatisés), l’homosexualité-tristesse (alors que les personnes homosexuelles continentes sont, par leur drôle d’apostolat, les boucliers humains de l’Église et des sacrements !), l’homosexualité-enfer (alors que la communauté homosexuelle est composée d’humains et parfois d’amis)…

Nombreux sont les évêques qui, par excès de zèle ou de prudence, se sont rétamés en se positionnant sur l’homosexualité. Par exemple, en 2007, Mgr Bernardo Álvarez (évêque de Tenerife) a affirmé que « le phénomène de l’homosexualité portait préjudice aux personnes et à la société » (ah bon ? Et l’homosexualité vécue dans la continence, alors ?), en soulignant que « ce n’est pas politiquement correct de dire que c’est une maladie de la nature même de l’être humain, mais qu’il y a encore dix ans, elle était encore répertoriée par les manuels de psychiatrie comme maladie » et qu’« à cause de l’homosexualité, nous en paierons sur le long terme le prix fort comme d’autres civilisations l’ont payé ». Qu’a-t-il fait de la Bonne Nouvelle annoncée aussi aux personnes homosexuelles ?

En 2012, Mgr Juan Antonio Reig Plà (évêque de Alcalá de Henares) a parlé des personnes homosexuelles comme des gens « entraînés par beaucoup d’idéologies » (« idéologie »… le mot-valise lui-même idéologique !) et a souligné que beaucoup de cas d’homosexualité peuvent être résolus « avec une thérapie adéquate ». Et en 2015, en plein office du Vendredi Saint, il a décrit le monde homosexuel comme l’expérience de « l’enfer » : « Je vous assure que les personnes homosexuelles se retrouvent parfois en enfer. » Cet évêque a lancé un parcours thérapeutique pour « guérir de l’homosexualité » (« Es posible cambiar ») et « parler de la sexualité telle qu’elle a été voulue par Dieu » Comment lancer ces formules choc sans explication, sans amour, sans donner aux personnes l’impression qu’elles seraient diaboliques, qu’elles ne seront pas pardonnées, qu’on veut les changer et ne pas prendre au sérieux leur tendance ?

En 2013, Mgr Casimiro López Llorente (évêque Castellón) a écrit sur une feuille paroissiale que les couples de même sexe provoquaient « une augmentation sensible d’enfants avec de graves troubles de la personnalité » et instauraient « un climat qui conduit souvent à la violence ». Comment est-ce possible de caricaturer et de noircir ainsi le tableau ? Même si, moralement, on ne peut pas justifier « l’homoparentalité » ni considérer ces structures comme des « familles », il est excessif de faire des enfants élevés par des « couples » homos des névrosés et des déséquilibrés entourés de violence.

En 2014, Mgr Fernando Sebastián Aguilar (cardinal de Málaga) a affirmé dans une interview au journal Sur que « la sexualité a une structure et une finalité qui est la procréation » et que « montrer à un homosexuel une déficience n’est pas lui faire offense : c’est une aide parce que beaucoup de cas d’homosexualité peuvent être soignés et normalisés avec un traitement approprié ». Comment écarter les célibataires et les couples femme-homme « stériles », en mettant la procréation comme unique horizon de la sexualité ? Benoît XVI lui-même nous a avertis des dérives du natalisme : « Même si la maternité est un élément fondamental de l’identité féminine, cela n’autorise absolument pas à ne considérer la femme que sous l’angle de la procréation biologique. Il peut y avoir en ce sens de graves exagérations, qui exaltent une fécondité biologique en des termes vitalistes et qui s’accompagnent souvent d’un redoutable mépris de la femme. […]Ce n’est pas en se contentant de donner la vie physique que l’on enfante véritablement l’autre. La maternité peut trouver des formes d’accomplissement plénier même là où il n’y a pas d’engendrement physique. » (Joseph Ratzinger, Lettre aux évêques de l’Église catholique sur la collaboration de l’homme et de la femme dans l’Église et dans le monde, 2004)

En 2014, Mgr Jesús Catalá (évêque de Málaga) a fait, à l’instar du Cardinal Barbarin en France, la comparaison entre le mariage gay et la zoophilie, la pédophilie et même l’inceste, devant des scolaires en plus : « La législation espagnole sur le mariage est la pire du monde, parce qu’elle parle du ‘conjoint 1’ et du ‘conjoint 2’, qui pourraient très bien unir deux hommes, un homme et un chien ou un bébé ou un vieux de 70 ans. » N’y a-t-il pas moyen de s’en tenir à la violence de la loi du « mariage gay » en elle-même ? Qu’a-t-on besoin d’associations inutiles qui peuvent être interprétées comme des amalgames ?

En 2015, Mgr José María de la Torre Martín (évêque de Aguascalientes) a défini l’homosexualité comme une maladie, en la comparant notamment à la syphilis : « Tous ces thèmes – avortement, mariage entre personnes de même sexe – sont des maladies de la famille contemporaine ; certains sont plus graves que d’autres, mais il est nécessaire de les guérir parce que sinon, la famille périra et la civilisation avec elle. La famille est le roc. » Comment mettre sur le même plan avortement et « mariage gay » ? Tuer un enfant n’est quand même pas pareil que deux hommes qui passent à la mairie. Et comment comparer l’homosexualité à une maladie, alors qu’elle est une peur de la différence des sexes ?

L’archevêque de Valence, le Cardina Antonio Cañizares, en 2016, s’en est pris à « l’Empire gay » en disant que ce dernier menait une « importante entreprise de destruction de la famille ». Il a accusé le Partido Popular (l’équivalent des Républicains) de complicité avec la communauté gay, d’être « infecté idéologiquement par le lobby LGBT et l’idéologie du Gender ». Là encore, la rhétorique de la contagion et de l’idéologie inquiète plus qu’elle ne nomme et explique. Où sont passées chez cet évêque la pédagogie et l’humanisation des personnes ?

En 2016, Mgr López de Andújar (évêque de Getafe), Mgr Rico Pavés (évêque auxiliaire) et Mgr Juan Antonio Reig Plà ont signé une lettre pastorale contre la Loi de Transsexualité élaborée par la Communauté de Madrid (loi qui a été finalement approuvée le 17 mars 2017, avec l’abstention du Partido Popular), en dénonçant « la soumission des personnes à un pouvoir totalitaire ». « Totalitaire » : le mot qui condamne sans rien expliquer.

 

La simulation de mea culpa… pour ensuite justifier un durcissement musclé : le cas de Cañizares

Sa Majesté Cañizares…


 

Les pires, ce n’est pas tant les évêques directs ou silencieusement prudents. Ce sont ceux qui feignent de battre leur coulpe ou la compassion… pour ensuite charger encore plus fort contre les personnes homosexuelles. Au départ, ils se confondent en excuses. Pour les erreurs du passé. Pour la saint Barthélemy. Pour les femmes. Pour la pédophilie. Et maintenant, pour l’homosexualité. À quoi ça rime ? Demander pardon, ok, c’est très beau si c’est en lien avec la Vérité-Charité. Mais à quoi ça sert si le pardon n’est pas demandé pour les bonnes choses, mais qu’il est formulé uniquement pour la forme, pour la convenance, ou par lâcheté pour acheter le silence et le calme de ses agresseurs en leur servant le discours qu’ils attendent sans répondre en vérité à leurs questions ? À quoi ça sert si la contrition est une excuse pour ne pas parler d’homosexualité ni expliquer la proposition de bonheur que l’Église offre aux personnes homos ? si c’est une excuse pour justifier une réponse intransigeante ?

Le meilleur exemple de ce retournement hypocrite, c’est le Cardinal Cañizares, vice-président de la Conférence Épiscopale Espagnole, donc à la tête des évêques d’Espagne. Il entonne d’abord le refrain du pénitent… suivi de près par le refrain non moins théâtral de la franchise, de la Vérité sèche, de l’entêtement orgueilleux. Ah ça, feindre de baisser la garde pour ensuite mieux frapper et mieux se donner le droit de se durcir en retour, il sait faire ! Se justifier d’un langage sans concession et « positivement intransigeant », « nécessairement dur » (car selon lui, la Vérité doit blesser, riposter), il sait faire aussi ! Et au final, au nom de la lutte contre l’« idéologie », toujours pour devenir aussi idéologique que ses opposants et employer des concepts tant flous que manichéens : « idéologie », « dictature », « maladie », « phénomène », « lobby », « perversion », « laïcisme », les faits/idées avant les personnes (le système « lobby gay » mis avant les personnes homos), « transhumanisme », « GPA », « Gender » « liberté d’expression », « tolérance », « discrimination », « déshumanisation », « anticléricalisme », et même « famille », « dignité », « valeurs », « Vérité », « Espérance », « Jésus-Christ », « fragilité » et « liberté religieuse » Que du jargon politiquement/ecclésialement correct ! Que de la sagesse humaine !

Ce cardinal dit par exemple que « l’Église doit demander pardon aux gays et à beaucoup d’autres personnes ». On voit vite dans son discours que l’humilité et la concession étaient en réalité un écran de fumée. Elles servent d’excuses pour justifier ensuite une vengeance, un franc-parler méprisant, une radicalité. Ça s’appelle reculer d’un pas pour mieux sauter de trois et transgresser la ligne de la Charité. « Je suis au service de l’Évangile et pour autant, ma liberté, personne ne pourra la faire taire. » (dans le journal El Mundo du 29 mars 2017)

Le cardinal Cañizares est capable de dire dans la même phrase qu’il faut nous accueillir entièrement, nous personnes homos, mais en même temps, au nom d’un humanisme intégral christique, que la tendance sexuelle que nous ressentons, qui n’est pas nous mais qui conditionne parfois fortement notre identité, n’existe pas ou ne compte pas : « Il faut accueillir les homos à bras ouverts et tendresse. Dans l’Église, ils ne doivent pas être exclus, Jésus-Christ n’aurait pas demandé à une personne si elle est homosexuelle. » (dans le journal El Mundo)

Le « pardon » de Cañizares n’est pas là. Il est réduit à une formule de politesse. La demande d’excuse est prononcée du bout des lèvres, et avec une tournure conditionnelle. Avec lui, il semble qu’il y a toujours un « mais ». Il dilue l’homosexualité dans un universalisme qui l’ignore, puis dans une comparaison avec les attaques anticatholiques qui la dépasseraient largement en gravité : « Certes, le pape François a dit que l’Église doit demander pardon aux gays, et je l’accepte complètement. Il faut demander pardon aux gays, mais pas seulement à eux : à beaucoup de monde. Et je rajoute que c’est toujours l’Église qui est la seule à demander pardon. On persécute des milliers de chrétiens dans le monde en raison de leur foi et personne ne se lève dans les médias pour dénoncer cela. Il existe une pression pour que certaines choses ne se disent pas. » (dans le journal El Mundo)

Non seulement Cañizares ne se reconnaît pas vraiment comme pécheur et ne se dirige pas à nous, personnes homosexuelles, comme des pécheurs aimés et pardonnés (le veau gras attendra…), mais en plus, il nous transforme en système oppresseur invisible, en infrastructure démoniaque et perverse infiltrée partout dans les médias et en politique. « Le collectif LGBTQI est un Empire gay. Il faudrait être aveugle pour ne pas le reconnaître. Et là encore, je n’ai rien contre les homosexuels, j’ai des amis homosexuels et lesbiens. » (dans le journal El Mundo) « Par Empire, j’entends lobbys. Et les lobbys sont des empires. Ils règnent sur les lois. » (dans le journal El Mundo) Et bien sûr, l’évocation des quelques « amis homos » parachève la paranoïa homophobe !

Mgr Cañizares sort des formules grandiloquentes et menaçantes, sans même expliquer les dangers qu’elles brandissent, ni définir les termes, sans identifier que le Gender est l’hétérosexualité. Juste pour le plaisir de « frapper fort » : « L’idéologie du Gender est la plus terrible de l’humanité. » (dans le journal El Mundo) Le pire, c’est que ces effets d’annonce magnifient ce qu’ils dénoncent en même temps qu’ils ne le règlent pas.

Le cardinal « remonté » n’a absolument pas identifié le Gender comme ce qu’il est, à savoir l’hétérosexualité. Il préfère le caricaturer en « idéologie », en « laïcisme anticlérical » et en « dictature diabolique », ou bien en déni de la réalité biologique, en mauvaise foi… alors que dans les faits, les promoteurs du Gender (qui ne savent même pas ce que c’est que le Gender : pour eux, c’est juste « l’Amour », c’est « être soi-même ») nient autant qu’ils sacralisent la science et la nature, et pensent vraiment honorer le Christ et les Hommes. Cañizares est totalement à côté de la plaque : « Nous naissons homme ou femme, c’est évident. Il semblerait que pour l’idéologie du Gender, peu importe la biologie. Vous savez combien de genres ils prétendent qu’il existe ? 35. C’est grotesque. Le Gender ne revient pas à se dire homosexuel, lesbienne, transsexuel… Il faut accepter et accueillir les transsexuels. Qu’ils se sentent dans l’Église comme chez eux, sans être rejetés. Mais l’idéologie du Gender postule qu’il n’y a pas de nature, pas de corps, pas de biologie… que Dieu n’existe pas ! Et ça c’est terrible pour l’humanité. L’idéologie du Gender n’est pas féministe, et même au contraire, la première victime de cette idéologie est la femme. » C’est se tromper sur le Gender et ses intentions que de penser qu’il est anti-Nature, anti-Réalité, anti-humain, anti-Église. Au contraire, il veut imposer en proposant et en rajoutant. Il veut détruire en construisant. Il veut tuer l’Humain en Le glorifiant, neutraliser la Nature et le Réel en Les érigeant en nouvelle religion. Le Gender est une émanation spiritualiste et surnaturelle de l’essentialisme des natalistes religieux, dont Mgr Cañizares fait partie à son insu. Le cardinal valencien transforme le Gender en abstraction, en absurdité totale (alors qu’il a une vraie logique), en déshumanisme (alors qu’il est un humanisme par excellence !), en dépotoir des mauvaises pensées qu’il ne faudrait pas analyser et auquel il ne faudrait prêter aucune attention ni bonne intention.
 

Sa Majesté Cañizares, II le Retour… (N.B. : Cette photo est prise au XXIe siècle)


 

Il y a de la malice et de l’orgueil derrière la « posture Vérité » de l’« humble serviteur du Christ » que Cañizares prétend être : « J’aime être politiquement incorrect. » (dans le journal El Mundo) avoue-t-il. Quand la Vérité devient une posture orgueilleuse fondée sur l’anti-conformisme, sur l’illusion d’une transparence justicière et « christique », sur un semblant d’une humilité miséricordieuse, sur une parodie sincère de mea culpa, et sur l’énonciation d’une Vérité stricte, c’est un terrible contre-témoignage. Je retrouve vraiment cela chez le cardinal Sarah et le cardinal Barbarin. Cet auto-contentement ou cette assurance pharisienne d’être redresseur de torts. « Non. Je ne peux pas mentir. Le mensonge ne fait pas partie de ma vie. Grâce à Dieu. » (dans le journal La Razón, le 29 mars 2017) Comment peut-on dire une chose pareille quand on est cardinal ??

En plus, Mgr Cañizares est un faux rebelle, car en réalité, il adopte exactement le discours du monde. Il reprend mot pour mot les formules démagogiques du libéralisme capitaliste, de l’« humanisme intégral » et du Gouvernement Mondial antéchristique. « Nous devons avancer vers l’Europe qui défend les personnes, celle des libertés et celle des droits de l’Homme. » (dans le journal El Mundo) Il défend la « liberté » pour elle-même (« la liberté d’expression » d’abord, pour lui préférer la « liberté religieuse, de conscience ») comme un vulgaire libertaire. Il reprend à son compte l’énonciation de soi par soi-même : « On peut être soi-même. » Il recrache le discours de la Doctrine Sociale de l’Églisele bien commun », « l’Espérance », « la transmission », etc.) qui, pris par bribes, noie le Christ tantôt dans l’humanisme intégral, tantôt dans le spiritualisme/ritualisme intégral. Terrible alignement à la pensée commune contemporaine.

Il rentre dans la peau du politicien, en faisant l’éloge de la volonté humaine, de l’entêtement, de la combattivité, du jusque-boutisme, de la toute-puissance de la foi (confondue avec la volonté individuelle). Finalement, Cañizares, c’est un peu Alaska (ou Alain Delon) version épiscopale. « ¿ A quién le importa lo que yo haga ? ¿ a quién le importa lo que yo diga ? Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré. ». Quand les journalistes lui demandent s’il est touché par les critiques, il répond, magnanime, et avec une autosatisfaction émue, tout et son contraire : « Non. Elles me font mal. Forcément. Mais elles ne m’affectent pas. Je ne baisserai jamais la garde. Je cesserais d’être Antonio Cañizares tel que Dieu l’a voulu. » (dans le journal La Razón)

Quand ils s’enquièrent de savoir si « les catholiques doivent descendre dans la rue » (dans le journal El Mundo), Mgr Cañizares tient le discours typique du chef des factions « catholiques identitaires » dissidentes qui privilégient le paraître, la visibilité, l’action, la résistance, la contestation, l’opposition, la vengeance, le scandale, le buzz, l’indignation, l’accusation, à la réflexion, à la prière, à la douceur, à la Vérité-Charité, à la réalité, à la raison, à l’adaptation au monde, à la longanimité. Comme par hasard, le journal ultra-catholique Actuall adore ce genre d’excitations guerrières et messianistes, ces évêques frondeurs et agitateurs qui exaltent un christianisme de croisades à la Guy Pagès : « Nous devons être chrétiens visibles, qui se voient. C’est nécessaire. Et nous, évêques, encore plus. » (dans le journal El Mundo) Je ne suis pas sûr que Jésus aurait dit une phrase pareille.

Notre Croix en France, c’est Civitas puis les mouvements pro-Vie (Alliance Vita, La Manif Pour Tous, etc.) ou d’extrême droite (qui méprisent l’extrême droite) qui ont englué les débats et la force de l’analyse de l’homosexualité dans le familialisme, le natalisme hystérique, le vitalisme sans fond, la victimisation des catholiques et la diabolisation des médias et des politiques. Et vous, en Espagne, malheureusement, le pire qu’il pouvait vous arriver, c’est Hazte Oír et Actuall. Ce sont vos Croix internes. Ils font beaucoup de bruit, se croient dans le vrai, se fanatisent, se lancent dans la lutte médiatique et polémique, sans amour et donc finalement sans Vérité. Ils prétendent détester les médias et la politique, mais ne jurent que par l’effet médiatique et se bousculent pour obtenir un poste politique ou télévisuel ou ecclésial. Ils prétendent agir pour l’Église mais La méprisent en privé et ne prient pas. Ils se jettent à corps perdu dans la lutte médiatique et la polémique, pour « avoir raison » et non aimer. Leurs messages-choc sont provocateurs, et même parfois irrationnels. Ils attaquent, jugent et divisent, sans amour, sans miséricorde, sans réflexion de fond sur l’homosexualité. Comme le dénonçait Dom Jean-Baptiste Chautard dans L’Âme de tout apostolat (1905), « malheureusement dans l’Église, il y a beaucoup de canaux et peu de réservoirs. […]Ceux qui prient font plus pour le monde que ceux qui combattent, et si le monde va de mal en pis, c’est qu’il y a plus de batailles que de prières. » Le discours et les méthodes des zélotes nouvelle génération est une vraie plaie, une grippe intellectuelle et spirituelle, que les évêques devraient dénoncer avec force. Ils ne le font pas. Pire. Certains les imitent et les justifient, à travers des syllogismes machiavéliques (stricto sensu) du style « La fin justifie les moyens » énoncés avec la tiédeur d’un Ponce Pilate qui se lave les mains : « Les leaders de la campagne de Hazte Oír ont dit une chose qui est évidente et aujourd’hui, énoncer ce qui est évident n’est pas compris. Même si peut-être que leur démarche a manqué de prudence. Moi je ne soutiens ni ne dénonce rien. Je dis simplement que l’idéologie du Gender est la plus insidieuse de tous les temps. » (dans le journal La Razón) En filigrane, et par omission, Mgr Cañizares se met même à défendre Donald Trump. En effet, quand on lui demande ce qu’il pense du président nord-américain, il se contente de lui rendre un hommage voilé, en invoquant le complot médiatico-politique antichrétien : « C’est étonnant que beaucoup de médias et d’hommes politiques censurent beaucoup de choses qu’il dit, telles que la défense des chrétiens persécutés. » (dans le journal La Razón) « J’dis ça, j’dis rien… » Là encore, je ne suis pas sûr que Jésus parlerait comme ça. Et à mon avis, il doit pleurer sur le bus Hazte Oír et sur Trump et ses défenseurs en manteau rouge.

 

Quelques conseils filiaux

 

Je terminerai donc mon article sur une mise en garde destinée à tous les catholiques pro-Vie, et en particulier aux évêques espagnols qui me liront. Rassurez-vous : elle sera courte, bienveillante, et pourrait tout aussi bien s’appliquer aux évêques français (qui en ce moment, par orgueil, frôlent la mort clinique concernant la compréhension de la place primordiale de l’homosexualité sur l’échiquier mondial, ecclésial et eschatologique)

1) S’il vous plaît, arrêtez de dire « les homos » ou « les gays », ou au contraire d’user de périphrases (« personne attirée par les personnes du même sexe ») qui édulcorent la réalité, qui ne nomment pas les choses ou qui sont inaudibles : « les personnes homosexuelles » (j’ai testé pour vous) est l’expression qui passe le plus inaperçu et qui assure le meilleure compromis entre la Vérité et la réceptivité du monde.

2) Le collectif LGBT n’est pas le lobby gay (il n’y a presque personne derrière le « lobby gay ») mais le lobby hétérosexuel (dont la plupart des catholiques – qui ont confondu l’hétérosexualité avec la différence des sexes – font partie).

3) Je vous en conjure, ne diabolisez pas le Gender, ne le transformez pas en pieuvre insensée, en piège discursif, en système obscur ou diabolique (comme le font pathétiquement le Cardinal Sarah ou le Cardinal Cañizares). Au contraire, rationnalisez-le, apprivoisez-le. Tout article qui diabolise le Gender, même de manière « scientifique » ou par l’intermédiaire d’une personne homo ou « ex-gay », laissez-le. Le Gender est une chance pour dénoncer l’hétérosexualité, cette dernière étant le mal principal, le diable déguisé en différence des sexes, une parodie de la sexualité sur laquelle se basent toutes les revendications pro-gays. Sinon, la mention du « Gender » ne fera que servir la peur, l’homophobie, et les fondamentalistes natalistes pseudo « catholiques ».

4) Ne soyez ni trop durs ni trop mous. Soyez humbles et ne jouez pas les frondeurs : la franchise ou la transparence ou la sincérité ne sont pas la Vérité. Sans la Charité, ce sont juste des postures. On peut vouloir le bien sans le faire, ou vouloir dire la Vérité en lui retirant son humilité et son amour. La seule Vérité qui compte, c’est la Charité.

5) Courage. Le Christ a vaincu en s’abandonnant (dans l’obéissance à son Père), et non en résistant. « Non pas ma volonté, mais ta volonté. » (Mt 26, 43)