Las tres llaves que, creo, abren el corazón de una persona homosexual

 

Cada uno de nosotros es diferente y tiene un corazón que tiene su propio funcionamiento, sus propias entradas, sus puertas precisas. Y son estas llaves las que debemos identificar cada vez que nos encontremos con alguien (un desconocido o un cercano). Para ello, tenemos que ponernos a la escucha, al alcance y a menudo rebajarnos al nivel de la persona. De lo contrario, podemos perder completamente a la persona y nuestra relación, y tener conversaciones tristes, vacías, cerradas e incluso violentas.
 

He comprendido la importancia de la identificación de las llaves de cada corazón humano sobre todo gracias a mi papá. Sin que él mismo se diera cuenta, me he percatado de que había tres llaves que daban particularmente acceso a su corazón y le hacían feliz : 1) el idioma español (hablar juntos su lengua materna) ; 2) el canto (cantar con él en polifonía las canciones que le gustan) ; 3) Dios (hablar de Fe). Sin ellas, o si falta una de los tres, su corazón no se abre tanto, y los intercambios resultan superficiales.
 

Para mi compi de piso, Abdel, creo que es la comida (si compartes su mesa y disfrutas de su cocina, ¡ es pan comido !), es la alegría (a menudo manifestado por el juego fraternal) y es la escucha (su corazón encuentra la paz y se abre en cuanto se siente escuchado, considerado, en cuanto su inteligencia y su sabiduría son reconocidas : ¡ Abdel es un amante de la Verdad y de la franqueza ! ¡ No soporta los disimulos, las mentiras y el postureo !).
 

Últimamente, fui a visitar a Marie-Thérèse, una amiga catequista mía, muy mayor, que, tras una caída en casa, se encuentra hospitalizada y postrada en una cama, casi sin poder hablar… mientras que era una mujer muy habladora y activa. Creo que su corazón permanece cerrado y en la tristeza si con ella no tenemos la llave del combate espiritual y si no le hablamos de Dios, de los ángeles, de los ataques demoníacos, de los Últimos Tiempos, porque necesita constantemente ser responsabilizada y reconocida como una guerrera en este combate espiritual interior y exterior universal. La llave del corazón de Marie-Thérèse, la que le da una alegría profunda, es el combate espiritual, es mirar la realidad a través del prisma de lo místico y de lo sobrenatural. ¡ El pragmatismo cientista la « carga » ! Y sus ojos se iluminan en cuanto hablamos de los ángeles, de Jesús y de los demonios, con ella. Se siente comprendida. Se la toma por una visionaria, una profeta y una santa, y ya no por una loca, fanática, debilitada, inactiva y encamada.
 

Con el respaldo de estos tres ejemplos vivientes, por supuesto me he planteado la cuestión de la llave del corazón de las personas homosexuales. Porque me parece que, en general, la gente – y en particular los católicos – no sabe cómo proceder con nosotros, coincidir con nosotros, entendernos, y lo está haciendo súper mal. Tampoco digo que seamos sencillos y accesibles. Pero bueno, ¡ al llamarnos « SSA » (« Same-Sex Attraction ») o « AMS » (« personas con Atracción por el Mismo Sexo ») no es como vais a hacer que nos sintamos queridos, considerados, o que conquistaréis nuestro corazón !
 

Conociendo desde hace más o menos veinte años a bastantes personas homosexuales, y tomándome a mí mismo como objeto de estudio, puedo humildemente darles las llaves de nuestro corazón (¡ herido ! ¡ y falsamente complejo !) que creo haber identificado a nuestro respecto (incluso si, obviamente, existe una pluralidad de personas homosexuales, y existen otras llaves más precisas para cada persona homo tomada por separado). Sin embargo, creo que hay principalmente 3 llaves :
 

1) Hablar nuestro LENGUAJE (aunque no os guste y os parezca ideológico, vulgar y falso), o, lo que es lo mismo, considerar y valorar nuestra SINCERIDAD (a falta de poder aplaudir nuestra verdad). ¿ Qué significa esto concretamente ? Significa que si os hablamos de « homosexualidad », de « transidentidad », de « género(s) », de « homofobia », de « Queer », de « heterosexualidad », no hay que rechazar ni despreciar estas palabras, sino acogerlas y utilizarlas también. Si os hablamos de « identidad » o de « Amor » o de « sentimientos » o de « pareja » en relación con la homosexualidad, hay que acoger su sinceridad y su realidad (al menos de creencias) de estas últimas. Igual si nos sentimos mujer en un cuerpo de hombre o un hombre en un cuerpo de mujer : es al menos una realidad fantasmática y de nuestro sentir. Dejad de lado vuestro purismo de la Verdad o de la realidad, y hablad nuestro lenguaje, porque es al menos el reflejo de nuestros deseos profundos, de nuestra voluntad y de nuestras sinceridades. Si sacáis la llave de nuestra sinceridad, nuestro corazón se abrirá y podrá escucharlo todo.
 

2) También hay una llave poderosa para abrir nuestro corazón como persona homosexual : es la llave de nuestros GUSTOS (gustos musicales, gustos televisivos, gustos de ropa, gustos estéticos, gustos sexuales, humor sofisticado-vulgo-provocador, etc.). Si, por el contrario, no pasáis por nuestros gustos (porque os negáis a caer en lo comercial, lo cursi, lo popular o lo elitista, lo nostálgico), y queréis imponernos vuestra idea de la Verdad, ¡ nuestro corazón permanecerá cerrado como un erizo ! Mientras que si nos habláis de Dios, basándoos en las canciones de Lady Gaga y de Mónica Naranjo, o de nuestros gustos en materia de hombres y de seducción, estoy seguro de que llegaremos rápidamente a un arreglo, un pretexto para reírnos juntos, que nos tranquilizará. Los gustos (« de mierda » o/y « de alta calidad ») son el principal camino hacia nuestro corazón.
 

3) La tercera llave de nuestro corazón, creo que puedo decir que son nuestras vergüenzas, nuestros PECADOS. Y nuestros pecados experimentados, probados y compartidos. Una persona que viene a hablar con nosotros y se considera pura, que no muestra sus heridas, y que no ha pasado por los errores o los crímenes o los problemas o las tonterías que nosotros pasamos, no podemos verla como una hermana, como una cómplice. Hay que comprender que el corazón de las personas homosexuales está particularmente herido, es orgulloso, temeroso y, por tanto, es uno de los corazones humanos más difíciles de penetrar. ¡ Más aún porque a menudo somos muy inteligentes pero ignorantes de sus grietas ! No se trata de venir hacia nosotros conociendo nuestros pecados. Para llegar a nuestro corazón, tenéis que presentaros como ignorantes de nuestros pecados o como hermanos de pecados, e incluso como más pecadores que nosotros. ¡ En serio ! ¡ Y a menudo, la gente no-homo o los católicos están a años luz de considerarse más pecadores y heridos que nosotros ! ¡ De ahí la brecha de incomprensión y el diálogo de sordos entre los no-homos y los homos ! Existe una verdadera hermandad de abollados y pecadores, y es poderosa. Quien viene a nosotros mostrándonos sus propios pecados (y los más gordos y más vergonzosos) abre nuestro corazón (¡ que está más blindado que las cajas fuertes de Wall Street !). La tercera llave de nuestro corazón de personas homos es VUESTROS PECADOS.
 

Estos son mis consejos. Avisadme si os funciona.