Esta mañana varias aclaraciones para ver algo en este lío eclesial (Asunto Vigano + las palabras del Papa en el avión sobre la homosexualidad)


 

Varias cosas esta mañana para ver más claro en este lío eclesial :
 

Primero, en cuanto al asunto Vigano (el ex nuncio « apostólico » que acusa al Papa Francisco de no haber denunciado al arzobispo homosexual – y no únicamente pedófilo como se suele decir – McCarrick mientras este prelado estaba todavía en funcción), en mi opinión, es una tormenta en un vaso de agua, que sólo excita y asusta a los conservadores supuestamente « católicos » enemigos del Papa. Ya que, para las personas fuera de la Iglesia-Institución, sólo les importa la homosexualidad, y no hacen caso para nada de las controversillas familiares internas. Prueba de ello es que esta mañana, los medios generalistas arman un escándalo a propósito de las palabras del Papa sobre la homosexualidad y muy poco sobre el caso Vigano. Les había advertido desde hace ya mucho tiempo que el tsunami contra la Iglesia y contra el Papa Francisco iba a ser la homosexualidad y no la pedofilia (la dimensión pecaminosa del acto pedófilo es mucho más fácil de demostrar que la del acto homosexual entre adultos aparentemente consenteros). Pero puesto que los católicos no me escuchan, y cuando me escuchan no me respaldan, vamos directos al fracaso. Es la homosexualidad (como tema discursivo) el verdadero avispero. No los otros temas.
 

Mons. Vigano cuyo rostro rezuma la amenidad, ¿ verdad ?


 

Por último, con respecto al asuntito Vigano en sí, la gente no verá en él nada más que una mera acusación (entre otras) que incrimina al Papa : no les importa NI el contenido, NI su legitimidad, Y casi nada el nombre de la persona que la ha lanzado. Además, he leído en su totalidad la descripción del objeto de acusación redactado por el ex-nuncio Vigano, bueno en nada salvo hacer temblar los Muros Facebook de los fachas.
 

Este documento de Vigano contiene, en mi opinión, tres indicios que lo hacen inprocedente y deshonesto :

1) No se acusa a alguien sobre la base de un supuesto conocimiento de lo que se le atribuye (a menos que uno vea lo que pasa en su mente y sepa mejor que él lo que piensa). Encima, no se acusa fácilmente a alguien de un presunto pecado por omisión de su parte. Con Vigano, es como si hubiéramos regresado a la época paranoica cuando los jefes de la Iglesia eran acusados de no haber denunciado el nazismo a su debido tiempo, con la distancia del conocimiento que tenemos hoy. La cobardía, el miedo, la ignorancia y sobre todo los celos, son los males o las acusaciones más difíciles de demostrar… y por una buena razón : a menudo son juicios de intenciones sin fundamento, que distorsionan los hechos para obedecer a las fantasías).

2) Justamente, hablando de fantasías, el otro indicio que invalida el testimonio de Vigano es su deseo de erradicación de la homosexualidad… que por otra parte deja ver su verdadero rostro angélico (pero el lado sombrío de los ángeles) de cosechador de cizaña. Primero porque la homosexualidad (incluso sacerdotal) es una raíz particularmente tenaz que no se puede arrancar por mera decisión humana (creo que es el único mal – o signo de mal cuando no es practicada – que puede durar una vida terrenal entera y que requerirá la acción de los ángeles y la Parousia para ser retirada para siempre). En segundo lugar, porque siempre habrá sacerdotes y religiosos que se sentirán homosexuales, y que no sólo es una realidad eclesial imposible de suprimir por arte de magia, sino que además, es una riqueza de la Iglesia para conservar (cuando esta homosexualidad sacerdotal se vive en la continencia). El discurso de Vigano apesta la homofobia y la paranoia anti-mafia-rosa-encubierta que convierten la homosexualidad en « abominación », en « plaga satánica » y en « peligro ». La Buena Nueva sobre la homosexualidad (es decir, la certeza de que la santidad también puede surgir en el terreno de una persona homosexual que todavía siente esta atracción) no están allí. Sólo hay miedo y amenaza en las palabras de Vigano… lo cual lo desacredita por completo.

3) Los prelados que Mons. Vigano cita como testigos creíbles en su acta de acusación no son sólidos – puedo atestiguarlo lo menos para uno de ellos : Monseñor Jean-François Lanthéaume. Vigano despliega una lista de nombres de eclesiásticos totalmente desconocidos para el público en general, e incluso para los católicos, y por supuesto, eso suena bien e impresiona. Sólo que no es suficiente rodearse de testigos reales y de un contexto histórico privado, para que los hechos relatados se vuelvan justos (la verosimilitud no es sistemáticamente la Verdad). Y cuando se conoce, por ejemplo, el caso psiquiátrico de Mons. Lanthéaume (prelado homosexual reprimido – y probablemente pedófilo reprimido también – cuyas publicaciones interminables y anti-papales cubren los muros Facebook desde hace años), fue suficiente para dudar de la probidad de la acusación de Vigano.
 

Mgr Lanthéaume


 

Entonces, para concluir, a vosotros – católicos y demás – que me leéis, vamos a calmarnos sobre Vigano. Es una pista falsa, un falso peligro y un falso escándalo, que nos aleja de las prioridades. Dejad de leer los malos periódicos seudo « católicos » que contaminan vuestro corazón, que no nos informan (ni nos reinforman), y que tienen como único objetivo asustarnos y hacernos odiar al Papa. Centrémonos al contrario en la homosexualidad, cuyo reto de definición y de aclaración es mucho más urgente e importante.
 

N.B. : En cuanto a las palabras del Papa en el avión, en realidad, sobre el tema homosexual, ya dije que no era competente ni bueno en absoluto. No merece ningún titular. Así que no me detengo en ello.
 

Plusieurs choses ce matin pour y voir plus clair dans ce bordel ecclésial (Affaire Vigano + Propos du Pape dans l’avion sur l’homosexualité)


 

Plusieurs choses ce matin pour y voir plus clair dans ce bordel ecclésial :

 

D’abord concernant l’affaire Vigano (ancien nonce « apostolique » accusant actuellement le Pape François de ne pas avoir dénoncé l’archevêque homosexuel – et non pédophile comme ça a été dit – McCarrick alors que ce prélat était encore en fonction), à mon avis, c’est une tempête dans un verre d’eau, qui n’excite et n’effraie que la Réacosphère supposément « catholique » ennemie du Pape. Car pour les gens à l’extérieur de l’Église-Institution, il n’y a que l’homosexualité qui est digne d’intérêt, et ils se moquent royalement des petites controverses familiales internes. La preuve en est que ce matin, France Nymphos et les autres médias pètent un scandale sur les propos du Pape sur l’homosexualité et très peu sur l’affaire Vigano. Je vous avais prévenus depuis longtemps que le tsunami contre l’Église et le Pape François allait être l’homosexualité et non la pédophilie (la dimension peccamineuse de l’acte pédophile est largement plus facile à prouver que celle de l’acte homo entre adultes apparemment consentants). Mais comme les catholiques ne m’écoutent pas – et quand ils m’écoutent ne me soutiennent pas -, nous allons droit au mur. C’est l’homosexualité (en tant que sujet discursif) qui est le vrai gay-pied. Pas les autres sujets.
 

Mgr Vigano dont l’expression de visage respire l’aménité, n’est-ce pas ?


 

Enfin, concernant la petite affaire Vigano proprement dite, les gens ne verront en elle qu’une accusation (de plus) qui incrimine le Pape : ils se foutent ET du contenu, ET de sa légitimité, ET presque du nom de la personne qui l’a proférée. De plus, j’ai lu en entier le descriptif de l’objet d’accusation rédigé par Mgr Vigano, bon qu’à exciter et qu’à faire frémir le Mur des Cons (comprendre = le Mur Facebook de Vincent Rouyer. Je profite au passage pour vous formuler à vous chers amis ce dernier avertissement que, si j’en revois parmi vous « liker » des articles fallacieux postés sur ce Mur des Cons non-homologué, je les virerai immédiatement de ma liste de contacts, sans autre procès. Vous voilà prévenus).
 

Ce document de Vigano contient à mon sens 3 indices qui le rendent irrecevable et malhonnête :

1) On n’accuse pas quelqu’un sur la base d’une prétendue connaissance qu’on lui prête (à moins de voir ce qui se passe dans sa tête et de savoir mieux que lui ce qu’il pense). De plus, on n’accuse pas facilement quelqu’un sur un supposé péché par omission de sa part. Avec Vigano, on se croirait revenus à l’époque paranoïaque où les chefs de l’Église étaient accusés de ne pas avoir dénoncé le nazisme en son temps, avec le recul de connaissance qu’on en a aujourd’hui. La lâcheté, la peur, l’ignorance et surtout la jalousie, sont les maux ou les accusations les plus difficiles à prouver… et pour cause : elles sont très souvent des procès d’intention infondés, qui déforment la réalité des faits pour obéir aux fantasmes).

2) Justement, en parlant de fantasmes, l’autre indice qui rend caduque le témoignage de Vigano, c’est son fantasme d’éradication de l’homosexualité… ce qui lui donne d’ailleurs un côté angélique (mais du mauvais côté des anges) d’arracheur d’ivraie. Car premièrement l’homosexualité (même sacerdotale) est une racine particulièrement coriace qui ne s’arrache pas et ne se nettoie pas par simple décision humaine (je crois même qu’elle est le seul mal – ou signe de mal quand elle n’est pas pratiquée – qui peut durer une vie terrestre et qui nécessitera l’action des anges et la Parousie pour être définitivement ôté). Deuxièmement, parce qu’il y aura toujours des prêtres et des religieux qui se ressentiront homos, et ça, non seulement c’est une réalité ecclésiale qui n’est pas suppressible d’un coup de baguette magique, mais en plus, c’est une richesse d’Église à conserver (quand cette homosexualité sacerdotale est vécue dans la continence). Les propos de Vigano sentent l’homophobie et la paranoïa anti-mafia-rose-infiltrée transformant l’homosexualité en « abomination », en « fléau satanique » et en « danger », à plein nez. La Bonne Nouvelle sur l’homosexualité (c’est à dire la foi que la sainteté peut aussi émerger sur le terrain d’une personne homosexuelle qui ressent encore cette attirance) n’y est pas. Il n’y a que de la peur et de la menace dans le discours de Vigano… ce qui l’invalide complètement.

3) Les prélats que Mgr Vigano cite comme témoins crédibles dans son acte d’accusation ne sont pas – je peux le certifier pour au moins l’un d’eux : Mgr Jean-François Lanthéaume – solides. Vigano déroule plein de noms d’ecclésiastiques totalement inconnus du grand public, et même des catholiques, et bien sûr, ça, ça en jette et impressionne. Sauf qu’il ne suffit pas de s’entourer de témoins réels et d’un contexte historique privé, pour que les faits relatés deviennent justes (la vraisemblance n’est pas systématiquement la Vérité). Et quand on connaît par exemple le cas psychiatrique de Mgr Lantheaume (le prélat homosexuel refoulé – et pédophile refoulé sans doute aussi – dont les publications-fleuve et anti-papales tapissent les murs Facebook depuis des années), on a largement de quoi douter de la probité de l’accusation de Vigano.
 

Mgr Lantheaume


 

Donc en conclusion, à vous, catholiques et autres, qui me lisez, on se calme au sujet de Vigano. C’est une fausse piste, un faux danger et un faux scandale, qui nous éloigne des priorités. Arrêtez de lire des mauvais journaux pseudo catholiques (Salon Neige – ou Lèg’ – et compagnie) qui vous polluent le coeur, qui n’informent (et ne réinforment) pas, et qui n’ont pour but que de vous effrayer et de vous faire détester le Pape. Concentrons-nous au contraire sur l’homosexualité, dont l’enjeu de définition et d’explicitation est autrement plus urgent et important.

 

N.B. : Concernant les propos du Pape dans l’avion, à vrai dire, sur la question homosexuelle, j’ai déjà dit qu’il n’était pas compétent et pas bon du tout. Ce n’est pas un scoop. Donc je ne m’appesantis pas là-dessus.
 

Ceci étant, déformation et extrapolation flagrante de France Nymphos


 

 

N.B. 2 :Ce qui est bien avec La Croix, c’est qu’ils ont le mérite de nous faire rire même en pleine situation critique mdr!!
 

Le Pédémalgam fait fureur au sein de l’Église


 

C’est génial. Je sors de la confession (merci Seigneur, au passage, pour ce cadeau, cette libération). J’ai fait allusion, à la fin, à la situation houleuse que l’Église vit en ce moment, en lien avec l’homosexualité. Et là, le prêtre ne m’a pas laissé finir ma phrase et a fiévreusement sorti son joker « Padamalgam » entre pédophilie et homosexualité (« Attention, la pédophilie n’a rien à voir avec l’homosexualité ! »), sous prétexte qu’effectivement il s’agit de deux réalités bien différentes… mais qui, dans le cadre des persécutions anti-chrétiennes et anti-cléricales, dans la logique de croyance de nos contemporains, et parfois même dans les faits, sont fortement corrélées. C’est dingue comme beaucoup de prêtres actuels, soucieux de paraître ouverts et miséricordieux, nuancés et fins connaisseurs des sujets de morale sexuelle, soucieux de ne pas être taxés d’ « homophobes », soucieux de nous accueillir et de ne pas nous juger (et ça, c’est une bonne raison, en plus), vont tomber dans le panneau du déni de la réalité (on n’a même plus le droit de parler d’homosexualité et de ce qui se passe dans l’Église, maintenant), dans le panneau du silence sur la Vérité, dans le panneau de la relativisation de la pratique homosexuelle et de l’encouragement tacite. Ça les arrange que l’Odieuse Hydre « Pédophilie » prenne toute la place sur le banc des accusés : ça permet de couvrir/innocenter l’homosexualité, de ne pas nommer les autres problèmes à l’intérieur de l’Église, ça détourne les regards sur les vrais sujets, et ça impose une censure qui a l’air humble et miséricordieuse. Parler d’homosexualité n’a jamais été aussi dangereux, aussi bien à l’extérieur de l’Église qu’à l’intérieur. Car gare au méchant PÉDÉMALGAM !! Le gros problème, c’est que sur ce sujet-là, si nous nous taisons, les curés progressistes ainsi que les curés conservateurs se feront – et se font déjà – une joie de s’exprimer (mal) à notre place.

El padre James Martin tiene razón cuando dice que somos tratados como leprosos


 

La perversidad del discurso del padre James Martin, el sacerdote gay friendly jesuita (y probablemente también homosexual : podéis leer mi análisis detallado y en francés de su libro Building a Bridge) que acaba de abarrotar la sala en Dublín (Irlanda) afirmando, entre otras cosas, que nosotros católicos homosexuales somos « tratados como leprosos » incluso dentro de la Iglesia, es que tiene razón en su constatación de partida. ¡ Cómo no lo voy a saber ! : Somos tratados como leprosos, como bastardos. Es verdad. Sin embargo, su error (y ahí radica toda la duplicidad satánica de la victimización), son las « soluciones » que este impostor brinda para reparar la vergüenza (devastadora para todos los católicos) que subraya. Ya que, dista de ayudarnos, nos esconde la única solución que nos permitiría salir de aquella injusticia, de aquel aislamiento y de aquella homofobia vigente dentro de la Iglesia : la continencia (que no es para nada el camino triste de la abstinencia, del autocontrol y de la extinción de la tendencia homosexual, sino el camino explosivo, divertido y alegre del don de su homosexualidad al mundo y a la Iglesia a través del apostolado de la homosexualidad). El padre Martin huele la buena pista sin anunciarla, e incluso indica otro camino. Por eso el discurso que plantea es particularmente peligroso. Y va a convencer a muchos católicos, puesto que los católicos conservadores son un desastre para hablar de la homosexualidad, y los católicos progresistas o moderados (la mayoría de los católicos) se dejará culpar a causa de una marginación CONCRETA de las personas homosexuales cristianas.
 

Le père James Martin a raison de dire que nous sommes traités comme des pestiférés


 

La perversité du discours du père James Martin, le prêtre jésuite gay friendly (et sans doute gay lui-même : je vous renvoie à mon analyse détaillée de son livre Building a Bridge) qui vient de faire salle comble à Dublin en affirmant entre autre que nous les catholiques homosexuels nous étions « traités comme des pestiférés » à l’intérieur même de l’Église, c’est qu’il a raison dans son constat de base. Je suis bien placé pour le dire : nous sommes traités comme des pestiférés, comme des bâtards. C’est vrai. Mais là où il a tort (et ici, nous pouvons voir toute la duplicité satanique de la victimisation), c’est dans les solutions que cet imposteur apporte pour réparer la honte (accablante pour tous les catholiques) qu’il souligne. Car loin de nous aider, il nous cache l’unique solution qui nous permettrait de sortir de cette injustice, de cet isolement et de cette homophobie dans l’Église : la continence (qui n’est pas le chemin triste de l’abstinence, du self control et de l’extinction de la tendance homo, mais le chemin explosif, drôle et joyeux du don de son homosexualité au monde et à l’Église par l’apostolat de l’homosexualité). Le père Martin flaire la bonne piste sans l’annoncer, et pire, en indiquant un autre chemin. Voilà en quoi son discours est particulièrement dangereux. Et il convaincra beaucoup de catholiques, car les catholiques conservateurs sont absolument nuls pour parler d’homosexualité, et les catholiques progressistes (la grande majorité des catholiques) se laissera culpabiliser par une exclusion RÉELLE des personnes homosexuelles chrétiennes.
 

L’assaillant musulman homosexuel de Catalogne


 

Alors pour les catholiques sceptiques qui m’accusent de paranoïa homosexualo-centrée, qui me disent que je vois de l’homosexualité partout et surtout là où elle n’est pas, et qui me soutiennent qu’ « on en parle trop et qu’il y a d’autres sujets bien plus importants » – tels que l’islam, l’immigration, le transhumanisme, la GPA, etc. -, voici un nouvel exemple d’homosexualité en lien avec le terrorisme « islamiste » (après Orlando, le Bataclan, Nice, les Champs-Élysées) : le musulman qui a attaqué au couteau une policière espagnole à Cornella en Catalogne il y a 4 jours se révèle être homosexuel. Voilà voilà. Mais à part ça, l’homosexualité n’est pas un sujet important ni même primordial. Bravo les catholiques tradis de la Réacosphère pour votre lucidité et votre homophobie, encore une fois !

J’écrirai sur les charismatiques

Je ne sais pas quand est-ce que je vais trouver le temps de le faire, mais je compte bien l’écrire un jour ou l’autre, mon article où je décrirai les tics de langage et les mécanismes (de manipulation) que j’ai pu observer chez les charismatiques chrétiens tous bords confondus (Chemin Neuf, Renouveau, Communauté de l’Emmanuel, etc.), et en particulier lors des deux festivals de la jeunesse (celui de Koekelberg en Belgique, et celui d’Hautecombe en Savoie) auxquels j’ai participé cette été. Car malgré les beautés et les indéniables conversions qui s’y vivent, y’en a un peu marre du blabla, des ritournelles apprises, de la langue de bois, de l’hypnose collective, de l’infantilisation et de la manipulation de la jeunesse, de la foi-festivité, des marchands du Temple et de l’instrumentalisation de Jésus.

 

Là, en guise d’apéro, je vous partage la dernière vidéo de Welcome to Paradise qui illustre bien l’un des tics de langage pénibles que j’ai repéré aussi bien dans les groupes de prière chachas, les veillées, les concerts de louange, que dans les grands festivals d’été : c’est le rabâchage inconscient des « vraiment » et « Seigneur », avec la petite musique antalgique derrière pour nous bercer. Et je pense que si nous lancions un concours de phrases de veillées de prière où on mettrait à l’amende les animateurs/chanteurs à chaque fois qu’ils emploient l’adverbe « vraiment » et qu’ils parlent au nom du « Seigneur » (et surtout à sa place, en l’invoquant 36 000 fois), on serait milliardaires, et surtout, on en entendrait beaucoup moins (et ça nous ferait des vacances ! et on percevrait davantage ce que nous dit Jésus).

 

Alors petit jeu : combien vous entendez de « vraiment » et de « Seigneur » dans ces quelques secondes de vidéo ? (*Attention, il y a un piège : Ne vous fiez pas au sous-titrage : ils ont zappé un « vraiment » ^^). Réponse ci-dessous…

 

Vous pouvez aussi lire le chapitre II de mon livre Homo-Bobo-Apo consacré aux bobos cathos.


 

 

RÉPONSE : Il y en a 7 : 5 « vraiment » (en incluant l’adjectif « vrai ») et 2 « Seigneur » (Au passage, j’adore le guitariste derrière avec son chewing-gum : lui, il est À FOND dans la prière haha).

La situation est réellement chaotique / La situación es realmente caótica

La situation est réellement chaotique
 

 

Pendant que les cardinaux progressistes ou modérés refusent de voir la priorité de l’homosexualité dans les débats d’Église et dans le monde, et de nommer les vraies urgences (l’homosexualité mériterait à elle seule un Synode, à la place de tous les Synodes-bidon sur « la Vie », « la sainteté », « l’écologie », « la famille », « la vocation », « la sainteté », « les jeunes », « la vie consacrée », etc.), les seuls cardinaux à deviner la priorité de l’homosexualité sont les mauvais (cardinal Napier, cardinal Sarah, le cardinal Morlino, etc.) : ils la traitent mal, arrivent en shérifs, en justiciers, en grands nettoyeurs, en éradicateurs de « fléau », de « lobby gay », de « mafia rose infiltrée parmi eux ». Et ils sont relayés par une presse catholique traditionaliste réactionnaire, composée de mouchards paranoïaques et de journalistes malveillants (Jeanne Smits, Réinformation TV, Salon Beige, Riposte Catholique, etc.). Le danger est vu, mais mal dénoncé, et sans proposition heureuse de résolution : l’intuition n’est pas l’intelligence… et la délation encore moins. Dans les deux cas, progressistes comme conservateurs, il n’y a aucun traitement de l’homosexualité, aucune considération des personnes homos, aucune vision de la primauté joyeuse de l’apostolat par l’homosexualité continente, aucune Bonne Nouvelle annoncée. La primauté de l’homosexualité est vue par le mauvais camp. Les seuls qui osent traiter ouvertement d’homosexualité publiquement sont les pires clercs qu’on pouvait imaginer puisque c’est la Brigade des mœurs, moraliste, anti-Pape François, et homophobe. La situation est réellement chaotique.
 

 

La situación es realmente caótica
 

Mientras que los cardenales progresistas o moderados se niegan a ver la prioridad de la homosexualidad en los debates de Iglesia y en el mundo (véanse mi libro Homosexualidad : la Prioridad negada), y a nombrar las verdaderas urgencias (la homosexualidad merecería por sí misma un Sínodo entero, en lugar de todos los Sínodos baratos dedicados a la « Vida », « santidad », « ecología », « Familia », « vocación », « santidad », « juventud », « vida consagrada », etc.), los únicos cardenales en adivinar la prioridad de la homosexualidad son los malos (el cardenal Napier, el cardenal Sarah, el cardenal Morlino, etc.) : la tratan mal, llegan como sheriffes, justicieros, grandes limpiadores, erradicadores de una « plaga », de un « lobby gay », de una « mafia rosa infiltrada entre ellos ». Son apoyados por una prensa católica tradicionalista reaccionaria, compuesta por periodistas soplones, paranoicos y malintencionados (Aciprensa, Actuall, Religión y Libertad, InfoCatólica , etc.). Se identifica el peligro, pero está mal denunciado, sin una propuesta feliz de resolución : la intuición no es la inteligencia… y la delación, aún menos. En ambos lados, progresistas como conservadores, no hay tratamiento de la homosexualidad, ni consideración de las personas homosexuales, no hay ninguna visión de la primacía alegre del apostolado de la homosexualidad continente, no se proclama la Buena Nueva. La primacía de la homosexualidad es vista por el bando malo. Los únicos que se atreven a hablar públicamente de homosexualidad son los peores clérigos que podíamos imaginar, ya que es la Brigada antivicios, moralista, anti-Papa Francisco, y homófoba. La situación es realmente caótica.
 

 

La Bête PASSION


 

Je vous avais dit précédemment que pour moi, la Bête de l’Apocalypse était trois choses : l’hétérosexualité (culte des différences), la puce électronique (Blockchain avec sa marque 666) et l’humanisme intégral (pacifisme sans Jésus). Mais j’en rajoute une quatrième : la passion (… pour les passions).
 

 

Grâce à mon étude sur la série Joséphine ange-gardien (où il est constamment question de la passion : vous le verrez quand j’aurai fini mon livre), mais également à mon observation des réseaux sociaux, je réalise que la PASSION est l’autre nom de la Bête technologique (n’est-ce pas Omar Sharif, avec tes bêbêtes numérotées ?). Sur les réseaux sociaux, les maîtres de la Bête font tout, en ce moment, pour nous bestialiser, pour que nous nous excitions (en rires, en plaintes et en insultes : nous avons quitté même la sobriété du cynisme et des larmes), en nous jetant en pâture des bouts de viandes vivants (des starlettes jouant les victimes – les Kim Kardashian, les Loana, les Nabilla, les Clémentine de Koh-Lanta – et des criminels attestés ou supposés : les Dutroux, les Nordhal Lelandais, les DSK, les Bernard Tapis, les Benzema, les Kaaris et Booba, les cardinal Barbarin) pour que nous nous bagarrions entre Humains et que nous nous fendions d’un tweet de réaction inutile, impulsive, épidermique, insultante, odieuse, instinctive (bestiale, quoi) qui viendra se rajouter à la pile de tweets-bashing de la Grande Meute réactionnaire informe (réactionnaire vient de « réaction », non ?).
 

 

 

Le Gouvernement Mondial fait tout pour que, pris dans l’avalanche informative d’Internet, et aveuglés par l’instantanéité, nous soyons prisonniers de nos passions humaines (on ne parle pas ici de la Passion du Christ, bien évidemment, mais au contraire des « désirs enflammés » décrits par saint Paul dans Rm 1, 27) et que nous soyons embrasés par elles.
 

 

 

Et le pire, c’est que ça marche. Comme de l’huile jetée sur le feu ! Parlez-nous à présent de demande de pardon, d’aide, d’apaisement, de calme, d’empathie, de compréhension, de réflexion, de nuance, d’abnégation, de prudence, de joie, de virginité, de célibat. Demandez à la foule internétique de faire des efforts, de renoncer, d’abandonner, de se taire, de relativiser, de faire preuve de clémence et de longanimité, d’offrir une seconde chance. Elle ouvrira sa gueule de Bête hideuse pour vous cracher à la figure son venin et sa… bêtise. Et les « journalistes » qui ont allumé l’incendie des scandales (voire carrément de leurs mensonges et de la calomnie) comptent les points, ramassent la moisson des raisins de la colère, frétillent avec ceux qui frétillent et récriminent, ricanent (« canis » en latin signifie « chien ») avec ceux qui ricanent, se choquent avec ceux qui se choquent, jubilent intérieurement de leur pouvoir de contrôle des masses abruties et sincères (avec des procès d’intention et plein d’abusifs « parce que »), feignent hypocritement de déplorer les conséquences des causes qu’ils ont créées.
 

 

 

Alors je vais nous donner une astuce pour ne pas être marqué du sceau de la Bête : dépassionnons-nous. Tout BÊTEment.

Les cliniques de déshomosexualisation en Amérique Latine

 

Voici un reportage très court (20 min), sur les cliniques de déshomosexualisation (pas que de désintoxication), sur le business des thérapies de conversion à l’hétérosexualité pour corriger le « défaut de caractère » (comprendre « homosexualité ») et le « péché d’homosexualité », qui montre le calvaire réel que vivent mes frères homosexuels dans les pays d’Amérique Latine.
 

Il est certes orienté mais pas si victimisant et idéologisé que ça (les journalistes d’investigation en Équateur prennent des risques et ne sont pas des Élise Lucet). Il est même malgré tout accablant pour les chrétiens.
 

Mon Dieu, que l’homophobie réelle est terrible, qu’elle soit appliquée dans les pays opposés à la tendance homosexuelle ou appliquée paradoxalement dans les pays promoteurs de la tendance homosexuelle (et qui vont se servir de ce genre de reportages pour imposer une censure sur l’explication publique de l’homosexualité)…